Ser docente (maestro, profesor, tutor y otros)

El dar es parte esencial del docente. Transformarse día a día, lo hace mayor. Nada existe que el maestro no pueda conocer, pero el auténtico es el que transforma y transmite esa realidad al que aprende.
Condimientos de nuestro hacer es la paciencia, la tolerancia, la no discriminación, el afecto verdadero, la creatividad, la honestidad, el amarnos a nosotros para ellos y dar...dar...dar.
Son tiempos difíciles. ¿Pero qué tiempo no lo fue?
El ser vivo se transforma, muta, crece, se equivoca y acierta. ¿Quién no lo hace?
Somos hermanos en Cristo. Hermanos de cada ser que vuela, camina, nada, se arrastra, bucea, etc.
Somos el faro de luz de nuestros alumnos. Somos la punta de lanza que transporta su presente hacia el futuro. Si nos equivocamos, ya no podemos cambiarlo. Pero no podemos esconder nuestros talentos hasta que alguien venga a reclamarlos. No. Tenemos que hacer: reir, llorar, sentir, vivir...existir.
Mucho más allá de la moneda y los derechos, que son justos, mucho más allá ...somos sus guía, sus faros, sus protectores, sus ojos y sus manos.



¡Docentes, maestros!

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