El “abismo” de la Córdoba sería cerrado esta semana

MICROCENTRO


Según la SAT, “una napa freática muy activa” afectó el sedimento, rompió la cloaca y degradó el suelo a través de la red colectora.

Un colectivo de la línea 8 cayó en un enorme pozo y tuvieron que rescatarlo con una grúa
DENTRO DEL CRÁTER. Los operarios de la SAT excavaron hasta dejar al descubierto el caño colector, ubicado a siete metros de profundidad. la gaceta / foto de josé nuno
Del estupor a la curiosidad. Esa es la transición que han experimentado los estados de ánimo en Córdoba al 400. El viernes, cuando el asfalto se hundió bajo el interno 34 de la línea 8, los transeúntes se detenían a ver al colectivo que por poco y terminaba engullido por la tierra en pleno microcentro de San Miguel de Tucumán. Ayer, en cambio, el abismo de siete metros de profundidad era una verdadera atracción turística, incluyendo la toma de alguna que otra selfie.

La calle, por supuesto, estaba cortada, pero no el tránsito comercial. Los restaurantes de Córdoba y Laprida estaban trabajando a pleno y la mitad de la calzada (del 400 al 450) estaba habilitada a la circulación vehicular, de modo que las cocheras privadas y la de los edificios no se vieron afectadas. De paso, hubo un inusual estacionamiento en las dos aceras, que una docena de automovilistas aprovecharon.

“Estamos en la etapa de indagación”, describió al mediodía Augusto Guraiib, gerente de Coordinación Técnica de la Sociedad Aguas del Tucumán. Los operarios excavaban aún más profundo en el foso abierto en plena Córdoba, más cerca de la esquina con 25 de Mayo. La finalidad era alcanzar el caño del colector cloacal, ponerlo al descubierto y determinar por qué se había producido semejante hueco, rodeado por un muro de tierra solidificada y seca. “La tierra, es obvio, no se evaporó. Queremos saber qué pasó exactamente. Estimo que a última hora tendremos el diagnóstico”, puntualizó Guraiib.

“Una napa muy activa”

En efecto, pasadas las 19 se conoció, finalmente, lo que había acontecido. De acuerdo con un comunicado oficial brindado por la SAT, el suelo colapsó por la erosión que produjo una napa freática muy activa. El agua, primero, fue afectando el sedimento hasta provocar “el asentamiento de la red de vitreo (material rígido)”, lo cual generó “una rotura de escasas dimensiones”. Luego, “la actividad de la napa fue degradando el suelo a través de la red colectora, razón por la cual se produjo el hundimiento”.

La red cloacal ya fue reparada. En las próximas horas se realizarán los trabajos de relleno y compactación (tarea que se realizará de manera conjunta con la Municipalidad de la capital, siempre según la SAT), una vez que fragüe el hormigón que ya se ha vertido.

“Se estima que las tareas concluirán en el transcurso de la semana” que comienza hoy.

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