En el corazón del conurbano, una orquesta lucha contra la exclusión de niños y jóvenes

De los 150 chicos que participaron del proyecto de Las Tunas ONG, prácticamente todos estudian y trabajan
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LA NACION
LUNES 17 DE JULIO DE 2017

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El director pide un alto con un movimiento de su mano y el adagio para clarinete de Wagner deja de sonar de golpe. Los 20 jóvenes hacen a un lado sus instrumentos. "¡Violonchelo, la primera nota está dura! Más liviana", dice el maestro Adrián Crocce. Y, tras otras indicaciones, la música vuelve a invadir ese rincón del conurbano.
Son las 9.30 de un sábado y el ensayo de la Orquesta Infantil y Juvenil de Las Tunas ONG cuya sede está ubicada en el límite del barrio del mismo nombre, en Pacheco, acaba de empezar. Entre los violines, violas, violonchelos y el clarinete, está el contrabajista Jonathan Martínez, de 24 años. "Me parece un milagro que en mi barrio, a tres cuadras de mi casa, los sábados a la mañana se toque Wagner, Vivaldi, Mozart. Es algo de no creer: música a la que de no ser por este proyecto, nunca hubiera tenido acceso", cuenta Jonathan en un descanso.
Él es uno de los 57 chicos de 8 a 24 años que forman parte de la orquesta. Se sumó cuando tenía 19. En ese momento, trabajaba con su mamá en el taller de costura que tienen en su casa, no había terminado el secundario y ni siquiera soñaba con hacer un terciario. Hoy está cursando el quinto año del conservatorio y le enseña a niños y adolescentes de tres orquestas distintas (incluyendo la de Las Tunas), que empezaron como él: sin haber visto nunca antes una partitura.

Esfuerzo y dedicación

"Cuando entra un chico nuevo, trato de que se sienta en familia y sepa que la música es un camino muy lindo para seguir, porque te da disciplina para cualquier otra cosa. Tocar un instrumento te lleva mucho esfuerzo y horas: necesitás compañerismo, responsabilidad, y desarrollás aptitudes que te sirven después para toda la vida", sostiene Jonathan.
En este sentido, Claudia Paladino, cofundadora y directora ejecutiva de Las Tunas ONG, explica que entre todos los programas de la institución, el de la orquesta es el que genera un impacto inmediato en la vida de los niños y jóvenes, en sus familias y en la comunidad.
"El año pasado, hicimos una evaluación y pudimos comprobar que sus integrantes desarrollan más confianza, compromiso, autoestima y sentido de causalidad. De 150 chicos que pasaron, el 99,9% terminó el secundario, cuando en la Argentina casi el 50% lo abandona; y mientras que en la provincia de Buenos Aires cerca del 20% no estudia ni trabaja, acá ese porcentaje se reduce al 0,9%. Estamos en el buen camino", asegura.
Jonathan conoció la organización cuando lo invitaron a sumarse a su coro y, al poco tiempo, le propusieron integrar la orquesta. "Cuando vine al primer ensayo sentí una cosa muy linda, porque nunca había visto ni escuchado una orquesta en mi vida, ni conocía estos instrumentos. Ver todo ese mundo fue sensacional", confiesa.
Las Tunas ONG trabaja con el propósito de ampliar las libertades y desarrollar las potencialidades de personas que viven en contextos de pobreza. Nació como idea en 2001, con la intención de llevar una propuesta distinta de lucha contra la marginalidad en plena crisis del país.
Sus creadores decidieron enfocarse en ese barrio fundado a mediados de los 50, donde hoy viven aproximadamente 42.000 personas (de las cuales unas 7000 son jóvenes de menos de 23 años), distribuidas en 113 manzanas. "Hay casas de material y también muchas casillas muy precarias. La mayoría de las calles están asfaltadas (fue una obra pagada por los propios vecinos), pero aún no tiene cloacas. El agua de red llegó recién en 2011 y aún no alcanzó a todas las viviendas", detalla Paladino.
La orquesta forma parte de una de las dos líneas de programas que tiene la organización: por un lado, el apoyo a la educación formal con becas para el secundario y la universidad; por el otro, el desarrollo de capacidades por medio de experiencias artísticas de calidad.
Los músicos asisten semanalmente a clases de instrumento y lenguaje musical; y a los ensayos. Cada niño y joven tiene su instrumento, que, desde el primer día, puede llevar a su casa para estudiar y practicar. Jonathan recuerda cuando su mamá vio el contrabajo por primera vez: "Llegué con este bicho gigante y para mi vieja fue una emoción muy grande que pudiera tocar un instrumento que nosotros no podíamos comprar. Tenerlo a mi disposición todo el tiempo fue una cosa tremenda y supe aprovecharlo".
El año pasado, Jonathan y tres de sus compañeros viajaron a Miami a conocer el Miami Music Project, inspirado en la metodología creada por el maestro José Antonio Abreu en Venezuela, y que es la que se replica en Las Tunas. "Nos invitaron a tocar con la orquesta de la Universidad de Florida y salí del concierto llorando porque no lo podía creer. Pensé en todos los chicos del barrio y me puse la camiseta", dice el joven. Y concluye: "La orquesta me ayudó a crecer en todos los aspectos: profesional, personal y amistades. No me imagino a dónde estaría hoy sino fuera por este proyecto".

Concierto en la Abadía

El jueves 27 de julio a las 19, la Orquesta Infantil y Juvenil Las Tunas ofrecerá un concierto bajo la dirección del maestro invitado Mario Orlando El Fakih Hernández, graduado con honores en la Universidad del Mozarteum de Salzburgo. Será en La Abadía, Gorostiaga 1908, CABA. Entrada con inscripción previa.

Para saber más

Las Tunas ONG

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