Un maestro distinto


Fue soldado de la Armada de Estados Unidos y ahora enseña en una Primaria del Bajo Flores

Víctor Moreno recorrió el mundo en misiones militares. Volvió a la Argentina e inició una nueva vida con la docencia, su gran pasión.
Fue soldado de la Armada de Estados Unidos y ahora enseña en una Primaria del Bajo Flores
Moreno estuvo en Irak y Afganistán, entre otras zonas calientes. Foto Luciano Thieberger
¿Qué es más difícil? ¿Ser integrante de la Marina de Estados Unidos y haber recorrido el mundo en misiones de todo tipo o pararse frente a un aula llena de chicos y dar clases en una escuela Primaria? Se trata de una pregunta que Víctor Moreno puede responder con conocimiento de causa.
Dentro de su particular historia de vida, fue suboficial de las fuerzas norteamericanas de 2002 a 2012: entre otras tareas, se desempeñó como técnico aeronáutico en vuelo.
Hoy, lejos de los aviones y de los barcos, cambió de manera rotunda su estilo de vida: es maestro de Primaria en la escuela parroquial Santa Clara, del Bajo Flores.
Fue soldado de la Armada de Estados Unidos y ahora enseña en una Primaria del Bajo Flores
Moreno cambió el uniforme de la U.S. Navy por la tiza y el pizarrón. Foto Luciano Thieberger
“Mis padres eran argentinos. Viví acá desde los cinco años, pero nací en Estados Unidos porque mi viejo decidió radicarse allá en la década del 60. Por eso tengo nacionalidad norteamericana. Me fui a Estados Unidos en octubre de 2001, por la crisis que estalló después en la Argentina. Tenía una parte de la familia allá. Cuando llegué mi viejo me dijo: 'Si querés podés trabajar en un supermercado, o podés meterte en la Marina, con un contrato de cuatro años'. No sabía bien si me iba a gustar, pero me enlisté.Tenía 25 años, y me pagaban los estudios y la comida...”, explica.
Luego de superar las pruebas y los tests a los que fue sometido en la U.S. Navy, en poco tiempo se fue acomodando a la nueva vida.
Fue soldado de la Armada de Estados Unidos y ahora enseña en una Primaria del Bajo Flores
Con el mar de fondo y el armamento de uno de los aviones.
Una de las primeras capacitaciones fue para volar como tripulante los aviones de guerra S-3 Vikingos, anti submarinos y antitanqueros, donde entre otras tareas cargaba misiles. Por ser técnico en vuelo, también se ocupaba de cualquier desperfecto que sufriera la nave.
Tripuló aviones de guerra S-3 Vikingos. Era técnico de vuelo y cargaba misiles.
En la Marina de Estados Unidos aprendés a hacer de todo. Estaba preparado para cualquier cosa. Por ejemplo, si no funcionaba la bomba hidráulica, mecánicamente hay una forma de volar el avión. El piloto sabe lo que tiene que hacer y tiene un manual para seguir, pero todos los aviones tienen sus mañas. Yo viajaba en la parte de atrás, en asientos de eyección”, indica.
En 10 años de servicio recorrió el mundo: estuvo en Irak, la costa de Afganistán, Qatar, Singapur, la Isla de Guam, Okinawa, Hawaii y Australia, entre otros lugares.
Fue soldado de la Armada de Estados Unidos y ahora enseña en una Primaria del Bajo Flores
Dentro de la Armada utilizó varios uniformes. En uno de ellos figuran las insignias que recibió durante su paso. Foto Luciano Thieberger
“Hay cosas y lugares en los que estuve de los que no puedo hablar. Sí te puedo decir que por formar parte de la Marina tenés que aceptar determinadas cosas. Ellos, por ejemplo, pueden probar con vos hasta con vacunas experimentales. A mí me dieron seis vacunas contra el Antrax... Me dieron vacunas hasta contra la viruela, por ejemplo”, cuenta.
“​
Hay cosas y lugares en los que estuve de los que no puedo hablar
El entrenamiento era exigente y los viajes se hacían largos: llegó a estar lejos de su casa, a veces, más de un año.
Cambio de vida​
En 2012, para estar más tiempo con su mujer Luz, que es argentina, y sus tres hijos (Salvador, Esmeralda y Violeta), decidió pedir la baja y volver al país donde pasó buena parte de su infancia y adolescencia.
Primero, como para relajarse luego de años intensos, hizo una Tecnicatura en Gastronomía. Y luego comenzó a estudiar en el Instituto Santa Catalina el profesorado para ser maestro de Primaria, su gran pasión.
Fue soldado de la Armada de Estados Unidos y ahora enseña en una Primaria del Bajo Flores
Junto a unos de los aparatos de la Marina en los que voló.
“Estoy en tercer año, llevo rendidas cerca de 15 materias. Y entré a trabajar en la escuela parroquial Santa Clara del Bajo Flores, donde hago suplencias como maestro de grado. Estoy muy bien allí, me tratan bárbaro desde la directora y los docentes, hasta los alumnos. También trabajé en el María Auxiliadora, dando clases desde segundo grado hasta séptimo”, afirma.
Pese a que se trata de ámbitos muy distintos, Moreno encuentra similitudes entre el trabajo en la aeronáutica y el aula.
Mirá también

Llevame volando a la Luna

“Lo que asemejo a la Marina es que ahí te enseñan a tener atención en el detalle, porque el menor detalle puede causar muertes, como un tornillo mal puesto o una herramienta que dejaste en el motor. Si bien en el aula no es trágico, lo que uno haga adelante de un chico le puede cambiar la percepción de la vida. Si a un pibe le pegaste un grito en un momento inoportuno, tal vez por el resto de su vida se calla y no te hace más preguntas”, remarca.
Para los chicos la experiencia de tener a un maestro que estuvo en la Marina más importante del mundo es especial. Y tratan de aprovecharla al máximo.
Fue soldado de la Armada de Estados Unidos y ahora enseña en una Primaria del Bajo Flores
Romero realizó viajes y misiones por todo el mundo entre 2002 y 2012.
“Me gusta estar en el aula, compartir cosas con los chicos, enseñar. La paso bien. A ellos les interesa mi vida en la Marina, me preguntan cosas, y les cuento todo lo que puedo. Siempre trato de llevar al aula la idea del trabajo en equipo. Puede que en la Marina odiaras a uno, pero si lo veías prendiéndose fuego, lo ibas a salvar. Si hay un jefe y decide, por algo está ahí, había que seguirlo. Eramos una familia. Y eso trato de transmitir en la escuela, la idea de que las cosas se hacen en equipo. Cada chico y cada aula tiene un potencial y hay que incentivarlo”, asegura.
“​
A los chicos les interesa mi vida en la Marina, me preguntan cosas. Siempre trato de llevar al aula la idea del trabajo en equipo
En días donde la Armada Argentina está de luto por la desaparición del ARA San Juan, Moreno expresa su dolor por la situación: “Allá conocí a muchos submarinistas. Es gente muy especial, que vive para eso. Lamento mucho todo lo que está pasando, uno siente que son camaradas. Me sorprendió que en los primeros días de búsqueda no hubiera más gente tratando de encontrarlos, aunque después se fueron sumando de todas partes del mundo. Los marineros se ayudan siempre, no importa de dónde sea el barco”.
Mirá también

Irak proclamó la victoria ante el ISIS: dice que lo expulsó de su territorio

Y agrega: “Lamentablemente, cuando estás en estos lugares siempre te preparás y te entrenás para lo peor. Muchas veces pasa que en épocas de paz y tranquilidad, sufrís problemas fatales, porque hay accidentes. Los libros, los manuales con todas las instrucciones y precauciones que hay que tener, por desgracia se escriben con tinta de sangre. Quiero decir que donde hay instrucciones, precauciones, alertas o cuidados, es por la experiencia, porque algo debió pasar antes para que lo escriban y te lo adviertan”.

Comentarios