Un nuevo peligro: la alcohorexia


Este problema afecta principalmente a las mujeres jóvenes.

Hace 21 Hs 5 17
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Por Virginia Busnelli - Médica (Télam)
Para analizar de qué se trata la alcohorexia debemos pensar cuál es modelo de aprobación social y así entenderemos por qué una persona joven, con un aparato psíquico vulnerable, puede padecer este tipo de trastorno que aún no ha sido definido como tal en los manuales, pero crece cada vez más en las consultas médicas. Afecta principalmente a mujeres, finalizando el secundario o iniciando la universidad.
Es importante contextualizar en la actualidad y en nuestro entorno las formas de ser adolescente y sus riesgos. Los chicos y chicas se inician de modo más precoz en comportamientos que antes se daban en etapas posteriores. Existe la peligrosa obsesión de ser popular, sobresaliendo en aspectos que a pesar de ser peligrosos están legitimados. Por ejemplo, está muy bien visto salir mucho, vestir a la moda, ser original o distinta, hacer todo lo posible para ser linda o cool, ser lo más delgada posible y además tomar alcohol.
Entonces se las deben ingeniar para que las grandes calorías que aporta el alcohol no hagan estragos en la figura y es así como se da inicio a la alcohorexia, restringiendo la ingesta calórica los días en los que se va a realizar un consumo excesivo de alcohol.
Los trastornos de la conducta alimentaria están vinculados a una percepción distorsionada de la autoimagen e insatisfacción corporal. Tienen un origen multifactorial y están altamente relacionados con la preocupación por el peso.
Hay muchos tipos de trastornos de la conducta alimentaria que se diferencian de los clásicos (anorexia nerviosa, bulimia nerviosa y trastorno por atracón). Se los llama Trastornos de la Conducta Alimentaria No Especificados, como la ortorexia, vigorexia, el síndrome del comedor nocturno y la alcohorexia (también llamada, ebriorexia o drunkorexia).
Este trastorno consiste en reemplazar las calorías que aporta una comida completa por las calorías del alcohol. Es decir, quienes la padecen, en muchos casos dejan de comer para tomar más alcohol sin preocuparse por aumentar de peso. Esto puede tener graves consecuencias para la salud, dado que el alcohol provee calorías pero no realiza ningún aporte nutricional; y en consecuencia, se genera un déficit de vitaminas, minerales y nutrientes que llevan a un estado crónico de cansancio, disminución del rendimiento y propensión a contraer enfermedades.
Si no es diagnosticado a tiempo y tratado por un equipo interdisciplinario, los pacientes tienen posibilidades de terminar en un cuadro asociado de doble peligrosidad: la combinación del alcoholismo y la desnutrición. El desenlace puede ser fatal.

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