Pesaba igual que un nene de 10 años por su anorexia y el deseo de estudiar la salvó


Querer entrar en la universidad fue la motivación de Hamna Amira para afrontar su trastorno alimenticio.

Hace un año la joven estudiante de 18 años londinense Hamna Amira fue diagnosticada con anorexia nerviosa. Cuando acudió al médico no fue por su trastorno alimentario, sino por un cuadro de ansiedad y depresión. Nadie de su entorno sospechó que pudiera tratarse de algún problema con la comida. Ni tan siquiera ella misma.
Para ese entonces, la joven pesaba únicamente 38 kilos, lo que equivale al peso de un nene de entre 10 y 11 años. Una vez el médico le dio el diagnóstico de anorexia nerviosa, Hamna no podía creerlo. De hecho, fue difícil tanto para ella como para su círculo cercano aceptar su enfermedad. Necesitó un par de meses hacerse a la idea de su situación.
La chica llegó al punto crítico en el que sus doctores le informaron que si perdía un kilo más no les quedaría otra opción que hospitalizarla inmediatamente, lo que supondría no poder asistir a clases y reduciría sus opciones de entrar a la universidad. Y fue precisamente su deseo de estudiar y convertirse en una profesional lo que la motivó a cambiar su estilo de vida y a cumplir al pie de la letra las recomendaciones de su equipo médico.
“Siempre quise ir a la universidad y con una oferta condicional para estudiar administración comercial y psicología en la Universidad de Aberdeen, estaba absolutamente decidida a alcanzar mis metas en la vida”, explicó la joven al Daily Mail.

La recuperación

Arrancó con dejar de contar las calorías de todo lo que comía, así logró empezar a consumir la cantidad suficiente de nutrientes para tener energía y no sentirse agotada durante el día. Cambió sus hábitos alimenticios al hacer tres comidas diarias con sus correspondientes colaciones. “Ahora intento tener un desayuno saludable, bocadillos entre las comidas y asegurarme de que estoy comiendo lo suficiente para mantener mi cuerpo en funcionamiento. Tu cuerpo necesita comida; sin ella, es imposible funcionar“, valoró.
A día de hoy, Hamna luce mucho más saludable, pesa 45 kilos y dice que se siente mucho mejor, sana y con más energía. La lección que extrae de este duro proceso es que le enseñó a amarse a sí misma y su aspecto.
“¿Qué es la recuperación? La recuperación no se trata solo de la restauración del peso. La recuperación es reunir el coraje para luchar contra el aspecto psicológico de un trastorno alimentario. Aprender a aceptar que la recuperación es y valdrá la pena y reconocer que vale la pena recuperarse”, expresó en su cuenta de Instagram junto a una fotografía de ella de octubre del año pasado y de fines de enero.
La joven reflexionó sobre la poca comprensión que tiene la sociedad con respecto a la lucha interna que una persona debe realizar ante una enfermedad psicológica: “La mayoría mirará a una persona, verá que han ganado algunos kilos y pensará que está mejor. Y créeme, desearía que fuera así de simple. Desafortunadamente no lo es. En cambio, la recuperación es un proceso continuo de lágrimas y temores, ansiedad, pánico, odio hacia uno mismo, cansancio, estar harto de luchar constantemente contra los pensamientos en tu cabeza, mirándote constantemente a vos mismo pensando que si sería más flaca valdría más, si al perder peso otra vez sería más feliz, y luchar contra ese pensamiento defectuoso es increíblemente difícil”.
Aún así, ella se mantiene firme en su convicción de que con esfuerzo logrará sobreponerse: “La dismorfia corporal y la anorexia van de la mano y saltan alegremente dentro de tu mente mientras vos luchás por liberarte. Estoy orgullosa de mí misma por dar los primeros pasos en mi camino hacia la recuperación. Sé que tengo un largo camino por recorrer, sé que aún debo curarme mentalmente, así como continuar sanando físicamente y aún tengo que enfrentar más altibajos, recaídas y más. Pero por más difícil que sea, soy tan increíblemente afortunada de tener amigos, maestros y un equipo de Trastornos Alimenticios increíbles, y mi ángel de madre a mi lado para ayudarme a superarlo”.
La recuperación es posible. La recuperación vale la pena. ¡Merezco la recuperación y ME recuperaré!”, asegura en sus redes sociales.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Obras de Antonio Berni

AgroRobótica: cuando la tecnología incide en el ámbito rural