20/04/2018 - Clarin.com Revista Ñ Literatura 44° Feria del Libro de Buenos Aires
Con la proa hacia los nuevos tiempos
En un año en el que las cifras regionales revelan descenso en la producción de libros, la 44° Feria Internacional apuesta a la lectura. La ciudad invitada es Montevideo y el discurso de apertura estará a cargo de la escritora Claudia Piñeiro.
Ilustración: Marta Almeida
Bajarán de los barcos, la Cacciola, el Buquebús? ¿Surcarán con anhelos la corriente zaina? Llegarán, eso sí, cargados de poemas, cuentos, novelas a manos llenas. Tan cercanos y, a la vez, poco frecuentes en nuestras conversaciones de hoy, los escritores y escritoras de la otra orilla desembarcarán con ganas de hacerse conocer y leer, de atravesar esa frontera líquida que nos unió y nos separó tantas veces, pasaporte libertario de muchos argentinos, el lecho compartido color de león. Porque Montevideo es la ciudad invitada y una larga comitiva de escritores y escritoras uruguayos se harán oír en esta gran fiesta popular del libro que comienza el 26 de abril en Palermo.
Con un primer fin de semana que se prevé multitudinario, en el que se presentarán muchos de los grandes invitados internacionales, esta edición –cuyo discurso de apertura dará la escritora Claudia Piñeiro– promete empardar el millón de visitantes de los últimos años. Dos premios Nobel: Mario Vargas Llosa y J.M. Coetzee, los estadounidenses Paul Auster y Richard Ford, los españoles Arturo Pérez Reverte, Juan Cruz y María Dueñas, los mexicanos Jorge Volpi y Juan Villoro, la argentina residente en París Laura Alcoba se presentarán este año en las salas de la Rural, además del nutrido grupo de escritores uruguayos que ofrecerán función continua en el stand de Montevideo. Entre ellos, uno que no es precisamente escritor promete convocar multitudes si efectivamente asiste, como se rumorea: el ex presidente José “Pepe” Mujica. Y no pasará inadvertida la longeva poeta Ida Vitale –de 94 años–, premiada internacionalmente y entrevistada en este número.
Será precisamente Ida Vitale quien inaugurará el XIII Festival Internacional de Poesía de Buenos Aires, el primer gran acontecimiento de la Feria, en el que se rendirá homenaje a Nicanor Parra. “Cuando la poesía habla en ese espacio de resonancia que es la lectura pública, inmediatamente se vuelve una política de la lengua y una lengua política –la voz de un disenso en la Polis– porque produce sentidos inesperados, posturas culturales de singular diversidad”, señala Jorge Monteleone, director del Festival que se realiza del 27 al 29 de abril en la sala Victoria Ocampo. Del exterior llegarán también las poetas Piedad Bonnett (Colombia), entrevistada en este número, Concha García (España), Giovanna Pollarolo (Perú), Yolanda Pantín (Venezuela), Elisa Biagini (Italia), entre otros. Otras secciones de la Feria, como el Diálogo latinoamericano, el Diálogo argentino, el stand Orgullo y Prejuicio, dedicado a la diversidad sexual, y la movida juvenil – convenciones de booktubers, bloggers y bookstagrammers– prometen convocar públicos amplios.
El stand de Montevideo concentrará las actividades de los escritores de la ciudad vecina. Como cuenta en su nota el periodista y escritor uruguayo Luis Fernando Iglesias, salir al mundo, romper cierta insularidad editorial y acceder a lectores de otros países de América latina es la gran apuesta de escritores y escritoras del país vecino. El carácter internacional de ciertas editoriales parece no garantizar del todo esa posibilidad de circulación.
Con intenciones similares aterrizan también editores de otro país limítrofe, como Luis Alvaro Salles de Aguiar, de Brasilian Publishers, una asociación entre la Cámara Brasileña de Libros y la Agencia de Inversiones de Brasil, que viene con diez editores y dos autores –Daniel Munduruku y Julián Fuks– para vender derechos de traducción y libros brasileños a editores argentinos y de otros países, presentes en la feria.
Sobre los cambios que enfrenta el mundo de la edición, Salles de Aguiar opinó: “La industria del libro tiene que enfrentarse a su principal competidor: el tiempo. La lectura disputa el tiempo con todas las otras actividades diarias y con la industria del entretenimiento. Por lo tanto, tenemos que utilizar las tecnologías existentes para que leer se torne cada día más práctico, rápido y móvil. Tenemos que estar alertas para percibir si el lector busca el libro impreso, el digital, el audio, o el app. Las tecnologías están y los que mejor las utilicen para contar buenas historias tendrán ventaja”. Salles de Aguiar estará el jueves 26 en las Jornadas Profesionales.
Allí estará, también, Manuel Gil, director de la Feria Liber de Madrid, cuya mirada más global es clave para pensar el momento actual del universo editorial. Para Gil, la alarma inicial frente a la aparición del libro digital hoy ha disminuido ante la posibilidad de convivencia de distintos soportes. Sin embargo, señala: “El problema que se aprecia ahora en Europa no es si el libro digital representa el 5% o el 12%, sino que al cambiar los hábitos de consumo del lector, se está produciendo un desplazamiento hacia la compra online, tanto de papel como de digital, y esta venta está oligopólicamente agrupada en torno a los grandes players, en concreto, a Amazon. Esto lleva a un descenso preocupante del tejido de librerías físicas”.
Con respecto al rol de las ferias del libro, Gil consideró que “el rol de las ferias no cambia, lo que cambia es la interacción entre lo físico y lo virtual. Creo firmemente que las ferias del futuro, o ya del presente, deben ser inteligentes, digitales y sostenibles, y con el visitante en el centro de la estrategia”. Por “inteligentes” se refiere a la posibilidad de generar un cierto “big data” a partir de sus cientos de miles de visitantes. Y “digital”, en el sentido de aprovechar “las tecnologías que el visitante lleva en su smartphone para comunicar y experienciar la visita”.
En relación con el estado de la industria del libro en Europa, Gil relató que “los datos de la Federación Europa de Editores revelan un preocupante estancamiento del mercado del libro. En España, se aprecia un repunte pero todavía el sector se encuentra muy alejado de las cifras de antes de la crisis. En América Latina, con los datos de Cerlalc, la industria parece también desacelerarse, después de una década de crecimiento continuo. El hecho más sobresaliente es la disminución, por segundo año consecutivo, en el total de títulos que se dieron de alta en las agencias nacionales: pasó de 196.450 títulos en 2015 a 189.857 en 2016. Hay que ser cautos y observar si estamos ante un fenómeno coyuntural, derivado de la contracción de las mayores economías (Argentina, Brasil y México), o si puede hablarse de un cierto estancamiento de los mercados en un contexto de sobreproducción”.
Puertas adentro La Feria del Libro también es un momento de análisis de los avatares del mundo del libro y la situación de la industria en el país. En este terreno, al entusiasmo de las nuevas editoriales que surgen año a año se le contraponen las estadísticas poco alentadoras. Por un lado, el informe anual de la Cámara de Publicaciones (CAP) midió la caída de demanda privada de libros en un 12%. Por otra parte, el informe que realiza la Cámara Argentina del Libro revela que en 2017 se publicaron 28.440 novedades –número constante desde 2013– pero que se comprueba una baja en la primera tirada de las novedades, es decir, en la cantidad de ejemplares que se imprimen de cada nuevo libro. Según la CAL, por tercer año consecutivo ese número se achica: la tirada promedio de libros en papel en 2017 fue de 2.217 ejemplares.
Sin embargo, sólo el 35% de esta producción corresponde al sector editorial comercial (SEC), es decir, a las editoriales que venden en librerías, que son las que representan el corazón de la Feria del Libro. El sector editorial comercial está integrado por 283 editoriales que produjeron 9841 novedades en 2017, de las cuales 8045 eran en libros en papel. La tirada promedio fue de 2421 ejemplares y se declararon un total de 19,1 millones en 2017 contra 20,9 millones en 2016, es decir que el año pasado se imprimieron 1,8 millón de libros menos. En el SEC hay que distinguir las ediciones de pequeñas y medianas empresas independientes, con el 72% de las publicaciones de nuevos títulos, y las de los cinco grandes grupos editores, con el 29%. Cuando se trata de cantidad de ejemplares, estos porcentajes cambian de manera significativa. En ese sentido, en 2017 aumentó la concentración: en 2016 los 5 grupos editores concentraban el 35% de la tirada total del SEC, mientras que en 2017 produjeron el 44% de la tirada total.
También los grandes grupos editoriales admiten la reducción en las tiradas y ciertos recortes. “Tenemos un catálogo amplio y no hay ninguno que se haya quedado sin lectores y merezca ser desatendido –afirma Juan Ignacio Boido, director editorial de Penguin Random House–. Por eso, vamos a tener un plan parecido al de 2017, quizá un poco menor, porque hay títulos más difíciles de producir por cuestiones de costos, en general libros-objeto de la literatura infantil. En otros casos, venimos haciendo tiradas más ajustadas”. Boido reconoce que 2017 “no fue un año fácil porque no llegó el repunte en el consumo que se anunciaba”. Con respecto a lo que necesita el sector para crecer, opinó: “Podríamos hablar de los costos o de las caídas en las ventas, pero creo que el punto fundamental en la Argentina es un plan de fomento de la lectura abordado a largo plazo”.
“El libro no es un artículo de primera necesidad, por lo tanto es lógico que se restrinja su compra si la gente tiene menos plata en el bolsillo”, opinó Víctor Malumián, editor de Ediciones Godot. Malumián es también autor del libro Independientes, ¿de qué?, sobre las editoriales de menor tamaño, a la vez independientes “de las modas del mercado al momento de publicar”, con “autonomía editorial al momento de decidir los títulos” y “ con un comportamiento como agente cultural activo en la difusión de ideas y la voluntad de profesionalizarse”. Organizador de la Feria de Editores – que este año se realiza en el Centro Cultural Konex en agosto– Malumián sostiene que la asistencia a esa feria le permitió mapear 350 editoriales, algunas de países limítrofes. En su opinión, el surgimiento notable de nuevas editoriales en estos años se debe, en gran medida, a la reducción de la barrera tecnológica: “actualmente se puede montar una editorial con una computadora y hacer tiradas de 300 ejemplares”, afirma.
A su vez, agrega que el aumento en la concentración editorial, perjudicial para el resto de las editoriales y para el mercado, desde otro punto de vista deja un espacio que las chicas pueden aprovechar: “las grandes pueden dejar nichos desatendidos porque sus volúmenes de venta no ameritan mover toda la maquinaria de publicación en esa dirección, y ahí aparece una oportunidad para un potencial editor, que no encuentra los libros que le gustaría leer”, interpreta Malumián. Algo que señala Maximiliano Papandrea, editor de Sigilo, es la capacidad de agrupación de las editoriales independientes que se juntan y exhiben sus libros en stands colectivos.
Una tendencia que podrá verse en esta feria, que vuelve a abrirles las puertas –las páginas– a miles de lectores.
44° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Predio La Rural. Plaza Italia. 26 de abril al 14 de mayo. Entrada general, lunes a jueves: $80. Programa completo: www.el-libro.org.ar
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