Chubut en 5 escalas


La Comarca Andina, Esquel, Piedra Parada, el Parque Nacional Los Alerces y Trevelin son los hitos de este recorrido que vincula geografías e historias muy diversas en unos pocos kilómetros al borde de la cordillera.
El Bolsón es la excepción. Pertenece a Río Negro, pero es la base de la Comarca Andina, una comunidad de pueblos hermanados por el amor a la naturaleza al margen de cualquier límite provincial. Meca de soñadores y buscas que encontraron respuestas –o quizás más preguntas– al pie del cerro Piltriquitrón y más allá del Paralelo 42, ese cúmulo de valles y sus chacras donde crecen la fruta fina y el lúpulo, y los artesanos despuntan su habilidades.
En la feria de la plaza Pagano está su mejor repertorio. De los hippies fundadores quedan pocos rastros entre los puestos de pantuflas de lana, duendes y sahumerios, aunque siempre hay alguno que sigue enarbolando la consigna “paz y amor”. Es el caso de Pelusa Romera y Tedy Motura, dupla vitalicia de puristas artesanos que trabajan la madera de radal, hacen velas y árboles de la vida con flores secas. Rescatar lo genuino, lo que “es de acá”. Unos románticos ellos… con los pies bien en la tierra. “Ahora hay mucha reventa –explica Pelusa–, para nosotros era autoabastecernos, estar fuera del sistema. Nunca el vil metal”.
Antes estaban los hippies y los chetos, y después se mezclaron todos. Me lo explica una tarde Aluminé Honik en Lumina, su nuevo espacio holístico diseñado como el torso de una mujer, todo curvo para que fluya el prana. “Acá hacemos terapias complementarias, pero es cosa seria. No hay altares, ni nada estrafalario. Pretende ser sencillo y confortable”. 
El Bolsón ya no es extremista, tan blanco o negro. Así es en toda la comarca. Conviven los mochileros y los empresarios, la permacultura y las megainversiones, los que adscriben a una vida natural y los que no pueden renunciar al wifi. Los límites son imprecisos y hay lugar para diversas tendencias.
Igual que este viaje, que en un mismo territorio enlaza distintas expresiones de la naturaleza, sin que una opaque a la otra: la estepa, la cordillera, el bosque patagónico, los valles y hasta una porción de selva valdiviana. Cliqueá en cada una de las paradas a continuación para leer más sobre cada una de las escalas.

Por Cintia Colangelo. Nota publicada en revista Lugares n° 234.

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