El 90% de los argentinos quiere cambiar de hábitos
Aunque hay cada vez más conciencia sobre la necesidad de adoptar costumbres sanas, el 60% de las personas no lo consigue por falta de voluntad.
30 Nov 2017
Cambiar de hábitos es una de las empresas más difíciles, y aunque está comprobado que es posible, más de uno pierde la batalla y triunfan las costumbres ya arraigadas. De acuerdo con un estudio encarado por la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), el 90% de los argentinos considera que debe hacer un cambio para llevar una vida saludable, pero el 60% asegura que no lo hace “por falta de voluntad”.
“Es complejo combatir aquellos hábitos arraigados que atentan contra una vida plena y sana, pero la gente ya sabe qué es lo que hace mal”, dijo a Télam durante la presentación del estudio Jorge Tartaglione, cardiólogo y miembro de la SACA. “Las personas están hartas de que les digan lo que tienen que hacer”, agregó.
El informe, que se realizó durante septiembre, consistió en encuestas a 1.004 hombres y mujeres de más de 16 años de todo el país. El 67 % reveló que había intentado modificar alguna conducta en el último año, pero apenas la mitad de ellos (51%) había logrado sostener la mejoría durante 12 meses.
Entre las razones más esgrimidas entre aquellos que no lo lograron se mencionaron la falta de voluntad (60%), de tiempo (25%) y de dinero (8%).
“Falta generar motivación y allanar el camino explicando cómo llevar a la práctica el conocimiento que tiene la gente”, aseveró Tartaglione, quien impulsa una iniciativa llamada “Revolución Saludable”.
“Hoy, cuando los protagonistas de nuestra vida son el estrés, lo instantáneo, la comida poco saludable y el sueño escaso, invitamos a bajar un cambio y comenzar a preocuparnos por nuestro cuerpo”, afirmó.
Los cambios más fáciles de sostener en el tiempo fueron: realizarse chequeos de salud periódicos (90% de los que se lo propusieron), disminuir el consumo de sal y carne (81% y 79%, respectivamente) y moderar el consumo de alcohol (73%), mostró el relevamiento.
Asimismo, si bien en la encuesta se notó que el 93% considera que la decisión de cambiar de hábitos es personal, tres de cada cuatro coincidieron en que es difícil lograrlo si el entorno no acompaña.
“La motivación más fuerte para lograr cambiar los hábitos es llevar una vida más saludable. Por miedo, presión, culpa o arrepentimiento es muy difícil que se sostenga”, explicó Tartaglione, que tiene más de 35 años de experiencia en la temática.
Los resultados pusieron de manifiesto la necesidad de incorporar hábitos más saludables para alcanzar una mejor calidad de vida, destacó el estudio en sus conclusiones.
“El beneficio a largo plazo es que estas medidas contribuyan a prevenir enfermedades crónicas no transmisibles, que son causas severas de mortalidad y morbilidad”, apuntó el cardiólogo.
Comentarios
Publicar un comentario