La oposición pidió que el ministro de Educación brinde explicaciones sobre los cuadernillos escolares que incluyen la difusión de actos de gobierno
Una bomba de tiempo cayó en el mundo educativo en el medio de la pandemia cuando se conoció que el Gobierno estaba distribuyendo 18 millones de cuadernillos escolares bajo el programa “Seguimos Educando" con fuerte contenido partidario. La insólita situación provocó que UNICEF saliera a aclarar que no avala las menciones políticas en las guías educativas que produjo el Ministerio de Educación en tiempo récord y el bloque de diputados de la UCR elevó un pedido de informes al ministro Nicolás Trotta. El ex ministro Alejandro Finocchiaro directamente declaró que “el fin de esto es la propaganda política”.
La coincidencia de los principales referentes de la oposición al Gobierno con el organismo de Naciones Unidas que financió parte de la impresión de los materiales que se distribuyeron en niños y niñas de escuelas públicas primarias demuestra que “se cruzó un límite peligroso en plena pandemia, un momento que tendría que unirnos, pero parece que hay quienes quieren cavar trincheras y promover el adoctrinamiento", dijo un referente opositor del área, dedicado en las últimas horas a “ponerle fin a este dislate”.
“A quien habría que educar en primera instancia es al ministro Trotta”, dijo la diputada Carla Carrizo a Infobae, vicepresidenta del bloque radical, sorprendida por los contenidos de cuadernillos que “buscan adoctrinar” a los niños y niñas de la escuela primaria, en un momento del proceso educativo donde que “hay una asimetría de poder unilateral tan gran grande, como si quisieran adueñarse de su pensamiento”. “Los niños no pueden ser objeto de nadie”, se quejó. Y se lamentó de que “los 400 millones de presupuesto que se utilizaron para imprimir los 18 millones de ejemplares podrían haberse invertido para desarrollar una aplicación para celulares, ya que está comprobado que usan los dispositivos de sus padres”.
Finocchiaro, en diálogo con Infobae, aseguró que “la lógica del kirchnerismo está en el adoctrinamiento escolar. Lo que tiene que hacer un docente es mostrar la amplia variedad de miradas que existen, pero enseñarles a pensar para que ellos puedan hacer su propia elección”.
“En los contenidos de los cuadernillos hay material de coyuntura que no es pertinente con los núcleos de aprendizaje prioritarios que los chicos deben adquirir por los diseños curriculares, hay falta de rigurosidad y, como siempre han hecho cuando gobernadores en los 12 años antes del 2015, hay un tremendo reduccionismo histórico, preguntas capciosas, sesgo ideológico, exaltación de la figura presidencial y de algunos ministros, además de cuestionamientos a políticas llevadas a cabo por provincias donde el kirchnerismo no gobierna, entre otras barbaridades", precisó el ex ministro de Educación.
La pregunta es por qué el Ministerio de Educación produjo este tipo de contenidos, arriesgándose al rechazo de la mayoría de la comunidad educativa. “Trotta no controla nada y tiene funcionarios estrechamente vinculados con el adoctrinamiento, como la secretaria de Educación, Adriana Puiggrós, responsable de los contenidos de los cuadernillos”, aseguró un dirigente vinculado al área, que no se animó a pronosticar qué camino puede seguir el material, que ya empezó a distribuirse.
Después de la polémica por la inclusión de contenidos políticos en los cuadernillos, Luisa Brumana, representante de la UNICEF en la Argentina dijo que “nunca avalamos la inclusión de contenidos políticos ni en publicaciones ni en ningún otro recurso educativo dirigida a niñas, niños y adolescentes” en relación a los polémicos contenidos de “Seguimos Educando”, del que ya se entregaron tres tandas de cuadernos, con actividades para ordenar las rutinas durante dos semanas y se proyecta continuar el reparto hasta que se pueda reanudar el ciclo lectivo presencial. Los materiales incluyen contenidos de matemática, lengua, ciencias sociales, naturales y otras materias.
Las críticas se centraron, en especial, a los contenidos del tercer cuadernillo para chicos de sexto y séptimo grado, destinado a difundir las medidas que tomó el Gobierno frente al avance del coronavirus en el país. En general, los artículos que se incluyen tienden a ponderar el accionar del gobierno de Alberto Fernández, cuya firma acompaña un texto que prologa la entrega.
“Algunas de las medidas del gobierno para que la ‘cuarentena’ sea posible son, además de que ciertas actividades estén exceptuadas, el pago extra a algunos sectores de la población como las jubiladas y los jubilados, garantizar ingresos para quienes no reciben ningún pago por no poder trabajar, el reparto gratuito de alimentos, la producción de materiales como este cuaderno, programas educativos en la televisión y en la radio para que las y los docentes sigan enseñando y las chicas y los chicos sigan aprendiendo. En algunas provincias se congelaron las tarifas de los servicios públicos; también rige la prohibición de cortarlos por falta de pago”, dice uno de los contenidos para trabajar con los alumnos.
En otros apartados, se vuelva a destacar el rol de un “Estado presente”, que ayuda a atenuar el impacto económico del aislamiento obligatorio. “La situación es difícil porque nuestra vida cambió mucho en estas semanas, por ejemplo, miles de personas no pueden trabajar debido al aislamiento social, preventivo y obligatorio, medida tomada para cuidarnos a todas y todos. En este contexto, el Estado argentino está tomando diferentes medidas para ayudar a los sectores que se ven perjudicados con la situación”.
Para Finocchiaro, más allá de los contenidos que dispararon esta polémica, hay otras manifestaciones controversiales, como haber alineado el Ministerio en tributo a Paulo Freire, destacado pedagogo brasileño que trascendió por su obra, Pedagogía del Oprimido, en tiempos de dictadura en su país. “Supone un ideario contrario al mundo con el que se van a encontrar los chicos y chicas que transitan hoy la escolaridad, al egresar. En lugar de ayudar a los alumnos mediante puentes al mundo del trabajo a ampliar sus márgenes de libertad, lo que produce es odio a las empresas y sus protagonistas. En lugar de proponer un mundo en el que podamos coexistir en la diversidad, genera chicos con rabia, justifican nuestras postergaciones estructurales con antagonismos falsos que nos anclan en el pasado”, dijo Finocchiaro.
El bloque de diputados radicales solicitó al Poder Ejecutivo que informe “los motivos de la selección de los contenidos de notas periodísticas anexadas y políticas gubernamentales, y cómo se garantiza la diversidad de miradas y ejemplos sobre los temas abarcados”. “La educación pública debe construir ciudadanía, no militancia política”, explicaron Mario Negri, Alfredo Cornejo, Roxana Reyes, Emiliano Yacobbiti, Dolores Martínez, Soledad Carrizo, Ximena García, Claudia Najul, Federico Zamarbide, Lorena Matzen, Gonzalo del Cerro, Luis Pastori, Estela Regidor, Gabriela Lena, Juan Martín, Gabriela Burgos y Aída Ayala, quienes acompañaron el proyecto de la diputada Carrizo.
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