No más doble fila para dejar a los hijos en la escuela
El martes inició un operativo de control para erradicar esta infracción en el microcentro. Las multas arrancan en $ 300
El reloj marcaba las 12.15. Un corsa gris claro estaba estacionado en el medio de la calle, sin autos a sus lados, en Balcarce al 600. Pasaron 15 minutos y seguía allí, con la baliza prendida y sin pasajeros adentro. Luego apareció un hombre con su hija, que llevaba en manos una mochila. Sin apuro, subió a la niña al asiento de acompañantes. Mientras, detrás suyo, se formó un cuello de botella, por lo que empezaron a sonar bocinas y se escucharon insultos.
Este hombre - que puede ser cualquier de los miles de padres que a diario llevan a sus chicos a la escuela- ayer no se llevó a casa un acta de infracción. Sin embargo, desde el municipio capitalino se aseguró que desde el martes están realizando un operativo para erradicar las dobles filas frente a los colegios y las escuelas del microcentro de San Miguel de Tucumán. De hecho, indicaron que el primer día se labraron 70 infracciones. Ya en vacaciones, sin clases de por medio, el estacionamiento en doble fila representaba la segunda infracción en importancia en el ránking de transgresiones al tránsito en Tucumán.
Desde la Dirección de Tránsito de la Municipalidad indicaron que previamente a este operativo, en noviembre y diciembre, se habían entrevistado con los directores de los establecimientos educativos para pedirles que convenzan a los padres de los alumnos de que estacionen sus autos en cocheras o en lugares de libre estacionamiento.
“Los tucumanos son peculiares en lo que respecta al tránsito: estacionan hasta en triple fila, se quedan conversando y algunos hasta quieren ingresar con sus vehículos a la escuela. Y el tránsito, por ello, se vuelve caótico. A todo esto se le suma que tenemos calles muy angostas. Por ello el intendente Germán Alfaro decidió que como primera medida, para agilizar el tránsito, comencemos a labrar actas en los alrededores de los colegios y escuelas del radio céntrico. Después reforzaremos esos operativos y hasta pondremos cepos. Necesitamos que se organice el tránsito en vistas al Bicentenario y al Congreso Eucarístico, que será en junio”, informó Luis Medina, titular de la Dirección de Tránsito y la Vía Pública. Sobre este operativo, el funcionario indicó que están trabajando unos 80 empleados de Tránsito, entre inspectores, choferes de grúas y varitas. El funcionario estimó que las primeras multas van desde $ 300 a $ 500 (dependiendo de la infracción), mientras que para sacar el trabarruedas habrá que abonar unos $300, más $1.000 por la infracción.
“Son dos segunditos; no me queda otra. Hoy me toca hacer pool. Cinco chicos busco hoy”, se excusaba, a las apuradas, Sandra Rojas, que retiraba a unos jóvenes de un colegio ubicado en Balcarce al 600. A la vuelta, sobre Marcos Paz primera cuadra, un auto blanco, sin conductor ni pasajeros a la vista, estaba estacionada en triple fila. Otra vez sonaron las bocinas y el tránsito colapsó por unos minutos en ese sector céntrico. En la vereda de enfrente, dos policías viales cortaban la calle para hacer cruzar a unos niños. “En esta cuadra se hace una excepción”, dijo el municipal Martín Valdés, cuando trató de explicar por qué no labran multas a los conductores que estacionan en doble y triple fila. “En realidad queda al criterio del inspector, porque a veces los padres de los chicos se demoran mucho y eso no está bien. Pero si son unos pocos minutos, no se hacen multas”, agregó.
Nació en San Luis y se instaló hace pocos años en Tucumán. A Eliana Sánchez, que vive frente a un colegio céntrico, todavía le sorprende cómo son los tucumanos al volante. “La gente estaciona el auto donde quiere. Más de una vez me pasó que no podía entrar a la cochera del edificio porque un papá había estacionado su auto en la puerta, para buscara su hija. En San Luis dejan los autos en cocheras. Todo es más tranquilo”, opinó Sánchez.
A Marina Sandoval, docente de un colegio ubicado en Marcos Paz al 600, le parece positivo el trabajo que están haciendo los inspectores municipales (“los vi poner muchas multas”) y resaltó que la solución al congestionamiento del tránsito es simple: “los conductores tienen que tomar conciencia y estacionar en lugares permitidos”.
Este hombre - que puede ser cualquier de los miles de padres que a diario llevan a sus chicos a la escuela- ayer no se llevó a casa un acta de infracción. Sin embargo, desde el municipio capitalino se aseguró que desde el martes están realizando un operativo para erradicar las dobles filas frente a los colegios y las escuelas del microcentro de San Miguel de Tucumán. De hecho, indicaron que el primer día se labraron 70 infracciones. Ya en vacaciones, sin clases de por medio, el estacionamiento en doble fila representaba la segunda infracción en importancia en el ránking de transgresiones al tránsito en Tucumán.
Desde la Dirección de Tránsito de la Municipalidad indicaron que previamente a este operativo, en noviembre y diciembre, se habían entrevistado con los directores de los establecimientos educativos para pedirles que convenzan a los padres de los alumnos de que estacionen sus autos en cocheras o en lugares de libre estacionamiento.
“Los tucumanos son peculiares en lo que respecta al tránsito: estacionan hasta en triple fila, se quedan conversando y algunos hasta quieren ingresar con sus vehículos a la escuela. Y el tránsito, por ello, se vuelve caótico. A todo esto se le suma que tenemos calles muy angostas. Por ello el intendente Germán Alfaro decidió que como primera medida, para agilizar el tránsito, comencemos a labrar actas en los alrededores de los colegios y escuelas del radio céntrico. Después reforzaremos esos operativos y hasta pondremos cepos. Necesitamos que se organice el tránsito en vistas al Bicentenario y al Congreso Eucarístico, que será en junio”, informó Luis Medina, titular de la Dirección de Tránsito y la Vía Pública. Sobre este operativo, el funcionario indicó que están trabajando unos 80 empleados de Tránsito, entre inspectores, choferes de grúas y varitas. El funcionario estimó que las primeras multas van desde $ 300 a $ 500 (dependiendo de la infracción), mientras que para sacar el trabarruedas habrá que abonar unos $300, más $1.000 por la infracción.
“Son dos segunditos; no me queda otra. Hoy me toca hacer pool. Cinco chicos busco hoy”, se excusaba, a las apuradas, Sandra Rojas, que retiraba a unos jóvenes de un colegio ubicado en Balcarce al 600. A la vuelta, sobre Marcos Paz primera cuadra, un auto blanco, sin conductor ni pasajeros a la vista, estaba estacionada en triple fila. Otra vez sonaron las bocinas y el tránsito colapsó por unos minutos en ese sector céntrico. En la vereda de enfrente, dos policías viales cortaban la calle para hacer cruzar a unos niños. “En esta cuadra se hace una excepción”, dijo el municipal Martín Valdés, cuando trató de explicar por qué no labran multas a los conductores que estacionan en doble y triple fila. “En realidad queda al criterio del inspector, porque a veces los padres de los chicos se demoran mucho y eso no está bien. Pero si son unos pocos minutos, no se hacen multas”, agregó.
Nació en San Luis y se instaló hace pocos años en Tucumán. A Eliana Sánchez, que vive frente a un colegio céntrico, todavía le sorprende cómo son los tucumanos al volante. “La gente estaciona el auto donde quiere. Más de una vez me pasó que no podía entrar a la cochera del edificio porque un papá había estacionado su auto en la puerta, para buscara su hija. En San Luis dejan los autos en cocheras. Todo es más tranquilo”, opinó Sánchez.
A Marina Sandoval, docente de un colegio ubicado en Marcos Paz al 600, le parece positivo el trabajo que están haciendo los inspectores municipales (“los vi poner muchas multas”) y resaltó que la solución al congestionamiento del tránsito es simple: “los conductores tienen que tomar conciencia y estacionar en lugares permitidos”.
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