Investigan certificados firmados por médicos de vacaciones
CONCEPCIÓN | ESCÁNDALO EN EL HOSPITAL
El fiscal apunta a un empleado como el presunto autor del hecho
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CONCEPCION.- La aparición en el hospital Miguel Belascuain de certificados psicofísicos firmados por médicos que en enero estaban de vacaciones, generó la sospecha de que se estaba ante una maniobra ilícita. Tras llegar uno de ellos a manos de la directora del nosocomio, Gilda Gómez, el escándalo comenzó a investigarse. Y no tardó en estallar.
La directora fue la encargada después de denunciar el caso ante la Justicia, pues se estaba ante la adulteración de un documento, con sellos y firmas de médicos falsos, lo que suele ser utilizado para acceder a trabajos, a pensiones del Estado y además es requerido a estudiantes para la práctica de la materia Educación Física. Por ahora como autor aparece sólo un empleado.
El precio mínimo del papel rondaba los $150 y alcanzaba cifras muy superiores para los casos de los destinados a pensiones u otros beneficios.
Allanamiento
El fiscal de Instrucción II del Centro Judicial local, Fabián Rojas, está a cargo de la causa que avanzó ayer con la instrumentación de un sorpresivo allanamiento en la oficina de personal del nosocomio. La medida fue autorizada por el juez de Instrucción Raúl Fermoselle. El propio fiscal confirmó a LA GACETA que el allanamiento permitió el secuestro de importantes documentaciones que confirman que la venta de certificados psicofísicos “truchos” era una práctica común.
La mayoría de las pruebas estaba en el escritorio del principal comprometido en el caso, cuyo nombre no trascendió. Otro allanamiento se realizó en el domicilio del sospechado, pero con resultados negativos. “Por ahora tenemos una sola persona que, aunque todavía no está imputada, aparece como presunto autor del delito. No descartamos que haya otras personas. Se está en una etapa prematura de investigación, pero con resultados concretos” dijo Rojas.
Por la ventana
Parte de las pruebas encontradas en el hospital habían sido arrojadas desde las ventanas de Personal, cuando comenzó a llegar la policía, y apareció en la vereda. “Esta actitud también generó más sospechas en la investigación” sostuvo el fiscal.
Mientras tanto la doctora Gómez la próxima semana se presentaría a ampliar su denuncia ante Rojas, con pruebas que echarían más luces al caso. “Aquí hay por un lado está la cuestión vinculada a la práctica del delito y por el otro las consecuencias de ésta. Por ahora es difícil medir los alcances” advirtió.
La decisión de la directora Gómez de denunciar el caso ante la justicia generó malestar en el personal nucleado en Atsa que, ayer, protagonizó una ruidosa protesta en el hospital. El gremio considera que se está ante un caso de “persecución laboral”. Advierten en torno al hecho se tendría que haber abierto una investigación administrativa y en ese marco tomar las medidas necesarias. Rojas avaló la postura de la médica al sostener que al haber una maniobra delictual, ésta debe ser investigada por la Justicia.
La directora fue la encargada después de denunciar el caso ante la Justicia, pues se estaba ante la adulteración de un documento, con sellos y firmas de médicos falsos, lo que suele ser utilizado para acceder a trabajos, a pensiones del Estado y además es requerido a estudiantes para la práctica de la materia Educación Física. Por ahora como autor aparece sólo un empleado.
El precio mínimo del papel rondaba los $150 y alcanzaba cifras muy superiores para los casos de los destinados a pensiones u otros beneficios.
Allanamiento
El fiscal de Instrucción II del Centro Judicial local, Fabián Rojas, está a cargo de la causa que avanzó ayer con la instrumentación de un sorpresivo allanamiento en la oficina de personal del nosocomio. La medida fue autorizada por el juez de Instrucción Raúl Fermoselle. El propio fiscal confirmó a LA GACETA que el allanamiento permitió el secuestro de importantes documentaciones que confirman que la venta de certificados psicofísicos “truchos” era una práctica común.
La mayoría de las pruebas estaba en el escritorio del principal comprometido en el caso, cuyo nombre no trascendió. Otro allanamiento se realizó en el domicilio del sospechado, pero con resultados negativos. “Por ahora tenemos una sola persona que, aunque todavía no está imputada, aparece como presunto autor del delito. No descartamos que haya otras personas. Se está en una etapa prematura de investigación, pero con resultados concretos” dijo Rojas.
Por la ventana
Parte de las pruebas encontradas en el hospital habían sido arrojadas desde las ventanas de Personal, cuando comenzó a llegar la policía, y apareció en la vereda. “Esta actitud también generó más sospechas en la investigación” sostuvo el fiscal.
Mientras tanto la doctora Gómez la próxima semana se presentaría a ampliar su denuncia ante Rojas, con pruebas que echarían más luces al caso. “Aquí hay por un lado está la cuestión vinculada a la práctica del delito y por el otro las consecuencias de ésta. Por ahora es difícil medir los alcances” advirtió.
La decisión de la directora Gómez de denunciar el caso ante la justicia generó malestar en el personal nucleado en Atsa que, ayer, protagonizó una ruidosa protesta en el hospital. El gremio considera que se está ante un caso de “persecución laboral”. Advierten en torno al hecho se tendría que haber abierto una investigación administrativa y en ese marco tomar las medidas necesarias. Rojas avaló la postura de la médica al sostener que al haber una maniobra delictual, ésta debe ser investigada por la Justicia.
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