Debemos encontrar sinergias entre aquellas empresas dónde antes solamente veíamos competencia. Cuanto más colaborativa se muestre tu empresa más alcance obtendrás.
En las redes sociales la clave es la interacción y el aprendizaje continuo entre tus seguidores y seguidos. Si nos cerramos en nuestra empresa veremos pasar oportunidades justo delante de nuestros barrotes, eso si las vemos.
El recelo es la primera barrera para no ver oportunidades, pero es seguida de muy cerca por la falta de tiempo.
Si paramos un momento a informarnos sobre el sector y a recibir peticiones de colaboración seguro que conseguiremos un mayor revuelo en la red. Esto se traduce en impactos y publicidad gratuita. Por falta de tiempo dejamos de escribir en blogs ajenos, a contestar a clientes, pedir ayuda para un trabajo concreto, conocer gente profesionalmente interesante,…
Para que todo esto sea más fácil debemos cambiar de chip, gestionar nuestro negocio con vistas a la promoción en internet. Debemos preguntarnos continuamente si la acción que estamos haciendo es interesante o si las noticias que leemos cada mañana para estar informados pueden colgarse en alguna red social. Nuestras disertaciones sobre el sector pueden hacer crecer tu imagen como profesional o una simple foto de tu trabajo correr como la pólvora.
La única clave para consolidar una estrategia de comunicación profesional es sentarse y trazar una línea. Debemos contar historias en cada tuit, mantener un equilibrio entre profesionalidad y humanidad y cada vez que escribamos debe ser con un sentido concreto y conocido. Escribir por escribir puede ser contraproducente.
Si explicas lo que haces, tus clientes te oirán. Si consigues tener una red sólida de profesionales, ellos te ayudarán. Si consigues hacer fuerte tu comunicación 2.0, conseguirás mucho más impacto por mucho menos dinero. Lo único que necesitas es tiempo y quitarte tu visión 1.0 para ver las oportunidades del 2.0.
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