Marta R. Arabia ... El suelo bajo sus pies de Salman Rusdhie
El siguiente es un fragmento del Capítulo 6- Desorientaciones, de la novela El suelo bajo sus pies de Salman Rusdhie
Desorientación es la pérdida del Oriente. Preguntad a cualquier navegante: se navega mirando al este. Perded el Este y perderéis vuestras coordenadas, vuestras certidumbres, vuestro conocimiento de lo que es y de lo que puede ser, tal vez incluso la vida. ¿Dónde estaba aquella estrella que seguisteis hasta el pesebre? Eso es, el este orienta. Esa es la versión oficial. El idioma lo dice y nunca debéis discutir con el idioma.Pero supongamos. ¿Y si todo el asunto –orientación, saber dónde estáis, etc.- y si todo fuera una estafa? ¿Y si todo ello- hogar, parentesco - fuera solo el ejemplo mayor, mas auténticamente global, y con mas siglos de lavado de cerebro? Supongamos que solo cuando te atreves a dejar todo eso es cuando empieza realmente tu vida. Cuando estás dando vueltas, libre de la nave nodriza, cuando cortas tus sogas, sueltas la cadena, te sales del mapa, te ausentas sin permiso, te largas te piras, lo que sea: supongamos que es entonces y solo entonces cuando estás realmente libre para actuar. Para llevar la vida que nadie te diga cómo llevar, ni cuando, ni porqué. En la que nadie te ordene que avances y mueras por ellos, o por Dios, o venga a buscarte porque has infringido algunas de las normas, o porque eres una de esas personas que, por razones que desgraciadamente no se pueden decir, sencillamente no eres permitía. Supón que hayas tenido que pasar por la sensación de estar perdido, hasta el caos y más allá, que hayas tenido que aceptar la soledad, el pánico feroz de soltar tus amarras, el terror vertiginoso del horizonte dando vueltas y más vueltas como el canto de una moneda lanzada al aire.No lo haréis, la mayoría de vosotros no lo haréis. La lavandería central del mundo es muy experta lavando cerebros. No te tires por ese acantilado, no pases por esa puerta, no te metas en esa cascada, no corras ese riesgo no traspases esa línea no hieras mi sensibilidad te lo advierto no hagas que me irrite lo estás haciendo, me estás irritando. No tienes ninguna probabilidad no tienes ni la más remota estás acabado eres historia eres menos que nada para mi has muerto, muerto para toda tu familia, tu nación y tu raza, todo lo que deberías amar más que la vida y escuchar para que te gustara la voz de tu amo y siguieras ciegamente y te inclinaras ante y obedecieras y adoraras, estás muerto ¿Me oyes?, olvídate cabrón estúpido, ni siquiera sé cómo te llamas.Sin embargo, imagínate que lo hicieras. Irías más allá del confín de la tierra, o entrarías en la cascada fatal, y allí estaría: el mágico valle del fin del universo, el bienaventurado reino del aire. Gran música por todas partes. Respiras la música, la inspiras y espiras, es tu elemento ahora. Para tus pulmones, es más agradable que pertenecer. Puedes llegar al ser el rey del desoriente…
Desorientación es la pérdida del Oriente. Preguntad a cualquier navegante: se navega mirando al este. Perded el Este y perderéis vuestras coordenadas, vuestras certidumbres, vuestro conocimiento de lo que es y de lo que puede ser, tal vez incluso la vida. ¿Dónde estaba aquella estrella que seguisteis hasta el pesebre? Eso es, el este orienta. Esa es la versión oficial. El idioma lo dice y nunca debéis discutir con el idioma.Pero supongamos. ¿Y si todo el asunto –orientación, saber dónde estáis, etc.- y si todo fuera una estafa? ¿Y si todo ello- hogar, parentesco - fuera solo el ejemplo mayor, mas auténticamente global, y con mas siglos de lavado de cerebro? Supongamos que solo cuando te atreves a dejar todo eso es cuando empieza realmente tu vida. Cuando estás dando vueltas, libre de la nave nodriza, cuando cortas tus sogas, sueltas la cadena, te sales del mapa, te ausentas sin permiso, te largas te piras, lo que sea: supongamos que es entonces y solo entonces cuando estás realmente libre para actuar. Para llevar la vida que nadie te diga cómo llevar, ni cuando, ni porqué. En la que nadie te ordene que avances y mueras por ellos, o por Dios, o venga a buscarte porque has infringido algunas de las normas, o porque eres una de esas personas que, por razones que desgraciadamente no se pueden decir, sencillamente no eres permitía. Supón que hayas tenido que pasar por la sensación de estar perdido, hasta el caos y más allá, que hayas tenido que aceptar la soledad, el pánico feroz de soltar tus amarras, el terror vertiginoso del horizonte dando vueltas y más vueltas como el canto de una moneda lanzada al aire.No lo haréis, la mayoría de vosotros no lo haréis. La lavandería central del mundo es muy experta lavando cerebros. No te tires por ese acantilado, no pases por esa puerta, no te metas en esa cascada, no corras ese riesgo no traspases esa línea no hieras mi sensibilidad te lo advierto no hagas que me irrite lo estás haciendo, me estás irritando. No tienes ninguna probabilidad no tienes ni la más remota estás acabado eres historia eres menos que nada para mi has muerto, muerto para toda tu familia, tu nación y tu raza, todo lo que deberías amar más que la vida y escuchar para que te gustara la voz de tu amo y siguieras ciegamente y te inclinaras ante y obedecieras y adoraras, estás muerto ¿Me oyes?, olvídate cabrón estúpido, ni siquiera sé cómo te llamas.Sin embargo, imagínate que lo hicieras. Irías más allá del confín de la tierra, o entrarías en la cascada fatal, y allí estaría: el mágico valle del fin del universo, el bienaventurado reino del aire. Gran música por todas partes. Respiras la música, la inspiras y espiras, es tu elemento ahora. Para tus pulmones, es más agradable que pertenecer. Puedes llegar al ser el rey del desoriente…
Comentarios
Publicar un comentario