Recetas para pelear al invierno
Diferentes tipos de buñuelos
Recetas hay muchas; te proponemos esta: 2 huevos; 150 g de azúcar, 50 cc de leche y 300 g de harina leudante. Son fantásticos rellenos con dulce o con rodajitas de banana. Para una más original, poné 100 g de pasas sin semilla en 1/2 vaso de ron. Procesá 6 rebanadas de pan de molde sin corteza con 1 vaso de leche, 150 g de harina mezclada con 3 cucharaditas de Royal; 50 gramos de azúcar, 4 yemas, cáscara rallada de 1/2 limón y una pizca de sal. Añadí las pasas y el ron, y mezclá bien todo. Calentá aceite en una sartén alta y con una cuchara poné pequeñas porciones de la pasta a freír. Deben quedar bien dorados. Ponelos en papel absorbente, y servilos tibios, espolvoreados con azúcar. Una versión hindú quita el pan, y cambia pasas y ron por nueces molidas (pueden ser almendras), agua de rosas, canela y cardamomo.
Churros rellenos
Poné en una cacerola una taza (de esas en las que servís el café con leche del desayuno) de agua y 40 g de manteca, y llevala al fuego. Cuando rompa el hervor agregá de golpe 250 g de harina y cociná revolviendo con cuchara de madera hasta que la pasta se despegue. Sacá del fuego, añadí 1 huevo y media cucharadita de sal fina, y seguí trabajando hasta que se integre todo y se entibie. Poné la pasta en una churrera (también podés usar una manga con boquilla rizada gruesa, pero existe el riesgo de que se formen burbujas de aire en la masa. Si así fuera, al freír el vapor las expandiría y los churros podrían reventar). Haciendo presión en el émbolo, largalos en el aceite caliente.
Podés hacerlos con la clásica forma de bastones o armar rosquitas. Lo importante es que el aceite sea abundante y que se doren muy bien de ambos lados. Cuando esto ocurra, retiralos con una espumadera, dejalos escurrir sobre un papel absorbente y espolvorealos, aún calentitos, con abundante azúcar molida.
Para rellenarlos deberán ser "horizontales" y no demasiado largos. Por lo demás, basta con disponer de una manga con pico largo y liso. Ella te permitirá inyectar el dulce de leche por ambos lados.
Rosquitas saladas
Mezclá 100 g de manteca con 4 huevos, 80 g de queso rallado, 1 cucharadita de sal, 1 pizca de pimienta, 1 cucharada de orégano y 1/2 kg de Maizena. Usá leche para ligar y trabajá la mezcla hasta que quede una masa suave. Dejá descansar media hora, armá rollitos y, con ellos, rosquillas de unos 4 cm de diámetro. Freí en aceite neutro y dejá escurrir en papel de cocina.
Torrejas de manzanas (también pueden prepararse con ananá o con peras)
Pelá y cortá 3 manzanas verdes en rodajas de unos 4 mm de espesor (si optás por el ananá, escurrí las rodajas para que no quede almíbar). Poné en un bol 350 g de harina leudante, 1 taza de azúcar, 3 yemas, y 1 y ½ taza de leche; mezclá muy bien hasta que quede una pasta homogénea. Luego añadí 3 claras batidas a punto de nieve con una cucharadita de polvo de hornear y dos cucharadas soperas de ron dorado (el alcohol hará que los buñuelos queden más esponjosos y livianos. Si te preocupan los chicos, se puede suprimir). Poné a calentar en una olla profunda abundante cantidad de aceite neutro (de girasol sería perfecto). Sumergí por un ratito cada rodaja de manzana por la pasta y freí de ambos lados. Cuando las torrejas estén bien doradas, sacalas del aceite, secalas con papel de cocina y espolvorealas con azúcar. Si optaste por las manzanas o las peras, una pizca de canela les dará sabor a gloria.
Recetas hay muchas; te proponemos esta: 2 huevos; 150 g de azúcar, 50 cc de leche y 300 g de harina leudante. Son fantásticos rellenos con dulce o con rodajitas de banana. Para una más original, poné 100 g de pasas sin semilla en 1/2 vaso de ron. Procesá 6 rebanadas de pan de molde sin corteza con 1 vaso de leche, 150 g de harina mezclada con 3 cucharaditas de Royal; 50 gramos de azúcar, 4 yemas, cáscara rallada de 1/2 limón y una pizca de sal. Añadí las pasas y el ron, y mezclá bien todo. Calentá aceite en una sartén alta y con una cuchara poné pequeñas porciones de la pasta a freír. Deben quedar bien dorados. Ponelos en papel absorbente, y servilos tibios, espolvoreados con azúcar. Una versión hindú quita el pan, y cambia pasas y ron por nueces molidas (pueden ser almendras), agua de rosas, canela y cardamomo.
Churros rellenos
Poné en una cacerola una taza (de esas en las que servís el café con leche del desayuno) de agua y 40 g de manteca, y llevala al fuego. Cuando rompa el hervor agregá de golpe 250 g de harina y cociná revolviendo con cuchara de madera hasta que la pasta se despegue. Sacá del fuego, añadí 1 huevo y media cucharadita de sal fina, y seguí trabajando hasta que se integre todo y se entibie. Poné la pasta en una churrera (también podés usar una manga con boquilla rizada gruesa, pero existe el riesgo de que se formen burbujas de aire en la masa. Si así fuera, al freír el vapor las expandiría y los churros podrían reventar). Haciendo presión en el émbolo, largalos en el aceite caliente.
Podés hacerlos con la clásica forma de bastones o armar rosquitas. Lo importante es que el aceite sea abundante y que se doren muy bien de ambos lados. Cuando esto ocurra, retiralos con una espumadera, dejalos escurrir sobre un papel absorbente y espolvorealos, aún calentitos, con abundante azúcar molida.
Para rellenarlos deberán ser "horizontales" y no demasiado largos. Por lo demás, basta con disponer de una manga con pico largo y liso. Ella te permitirá inyectar el dulce de leche por ambos lados.
Rosquitas saladas
Mezclá 100 g de manteca con 4 huevos, 80 g de queso rallado, 1 cucharadita de sal, 1 pizca de pimienta, 1 cucharada de orégano y 1/2 kg de Maizena. Usá leche para ligar y trabajá la mezcla hasta que quede una masa suave. Dejá descansar media hora, armá rollitos y, con ellos, rosquillas de unos 4 cm de diámetro. Freí en aceite neutro y dejá escurrir en papel de cocina.
Torrejas de manzanas (también pueden prepararse con ananá o con peras)
Pelá y cortá 3 manzanas verdes en rodajas de unos 4 mm de espesor (si optás por el ananá, escurrí las rodajas para que no quede almíbar). Poné en un bol 350 g de harina leudante, 1 taza de azúcar, 3 yemas, y 1 y ½ taza de leche; mezclá muy bien hasta que quede una pasta homogénea. Luego añadí 3 claras batidas a punto de nieve con una cucharadita de polvo de hornear y dos cucharadas soperas de ron dorado (el alcohol hará que los buñuelos queden más esponjosos y livianos. Si te preocupan los chicos, se puede suprimir). Poné a calentar en una olla profunda abundante cantidad de aceite neutro (de girasol sería perfecto). Sumergí por un ratito cada rodaja de manzana por la pasta y freí de ambos lados. Cuando las torrejas estén bien doradas, sacalas del aceite, secalas con papel de cocina y espolvorealas con azúcar. Si optaste por las manzanas o las peras, una pizca de canela les dará sabor a gloria.
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