Una docente canadiense ganó el Global Teacher Prize al mejor maestro del mundo


Su nombre es Maggie MacDonnell y desde hace seis años da clases en Salluit, un pueblito remoto en el Ártico canadiense en la Ikusik School, una escuela con alumnos del pueblo inuit
PARA LA NACION
DOMINGO 19 DE MARZO DE 2017 • 16:34
Maggie MacDonnell recibe el premio en Dubai
Maggie MacDonnell recibe el premio en Dubai.
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Emiratos Arabes Unidos.- Es canadiense. Es maestra. Y acaba de ganar el Global Teacher Prize, el galardón que desde hace tres años premia al "mejor maestro del mundo" con un millón de dólares. Su nombre es Maggie MacDonnell y desde hace seis años da clases en Salluit, un pueblito remoto en el Ártico canadiense en la Ikusik School, una escuela con alumnos del pueblo inuit, un pueblo originario de Canadá, castigados por el embarazo adolescente, el consumo de alcohol y drogas y una alta tasa de suicidio entre los adolescentes varones. Salluit es un poblado al que sólo es posible llegar por aire y donde la mayor parte del año hay 20 grados bajo cero.
El premio fue anunciado hoy en Dubai en la ceremonia de clausura del Foro Global de Educación y Habilidades (GESF por sus siglas en inglés), organizado por la Fundación Varkey, creadora del galardón, enfocada en prestigiar la profesión docente, alentar una docencia de excelencia como garantía de educación de calidad para los alumnos más pobres.
MacDonnell fue elegida entre 10 maestros finalistas, todos presentes en Dubai, luego de superar una competencia ardua. Este año hubo 20 mil maestros nominados de 179 países distintos. Sólo 50, de 37 países, lograron llegar a la semifinal. La maestra argentina Silvana Corso estuvo entre ellos.
Los otros nueve maestros finalistas son de España, Brasil, Pakistán, Gran Bretaña, Jamaica, Kenia, Australia, China y Alemania.
MacDonnell es una docente formada en la universidad, con título de grado y maestría universitaria en salud física. Ante de llegar a Salluit, pasó cinco años como voluntaria en el Africa en iniciativas para prevenir el contagio del HIV/SIDA.
El premio reconoce sus esfuerzo para orientar a los adolescentes inuit y a una comunidad de 1300 habitantes en la búsqueda de un sentido vital en un entorno social y geográfico adverso.
La maestra canadiense creó un fitness center que se convirtió en el epicentro de la vida de jóvenes y adultos de Salluit, motivados para desarrollar hábitos más sanos. Además desarrolló una batería de programas y cursos que logró atraer a su alumnado.
Un programa de alimentación sana. Otro con foco en mecánica. Un negocio de segunda mano. Una cafetería atendida por los estudiantes. Esos fueron algunos de los programas desarrollados por MacDonnell enfocados en habilidades y competencias claves para salvar la vida de los adolescentes inuits motivándolos a estudiar con cursos basados en sus intereses, estimulando el desarrollo de soluciones a problemas concretos de su comunidad y reforzando su autoestima. Así aumentó la inscripción de chicas en la escuela en un 500 por ciento.
MacDonnell estuvo en Dubai acompañada por tres de sus alumnos. "Ellos me adoptaron a mí", sostuvo para expresar el respeto que le despiertan sus estudiantes.
Con un mensaje sencillo, libre de consideraciones políticas o ideológicas, la joven maestra canadiense dio su testimonio acerca de las inclemencias de todo tipo que enfrentan sus alumnos.
"En tres ocasiones he tenido estudiantes que han venido a darme las gracias por haberles salvado la vida -contó MacDonnell-. Todos estaban pasando momentos muy difíciles, habían perdido familiares y amigos y también tenían otros traumas. Los tres se habían planteado suicidarse".
El jurado estuvo integrado por el decano de la Escuela de Educación de Harvard, James E. Ryan, la fundadora de Teach for America, Wendy Kopp, el reconocido profesor de economía Jeffrey D. Sachs, entre otros.
"Me gustaría ser la primera persona de la historia en agradecer a todos los maestros del mundo desde el espacio". Con esas palabras el astronauta Thomas Pesquet anunció a la ganadora a través de un video emitido desde la Estación Espacial Internacional, mientras observaba desde el espacio el Artico canadiense.
El primer ministro canadiense Justin Trudeau también envió sus palabras grabadas y destacó el valor de los docentes. "Los maestros son los responsables por el futuro y por el mundo que será moldeado por los niños que ellos educan", afirmó Trudeau.
"Los maestros importan. Los maestros importan. Los maestros importan". La maestra canadiense invitó a un auditorio repleto a repetir esas palabras casi como un mantra que busca revertir una evidencia: de acuerdo con el Global Teacher Status Index publicado en 2013 por la Fundación Varkey, una encuesta que registra la actitud en relación a los maestros en 21 países, en la mayoría de ellos entre un tercio y la mitad de los padres "probablemente" o "definitivamente" no recomendarían a sus hijos seguir la carrera docente.

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