Lámparas: el avance de las LED acorrala a las bajo consumo

Consumo eléctrico


Ya representan el 60% del mercado y las fluorescentes tienen las horas contadas. Philips y Osram compiten contra unas 100 marcas nacionales. 
La tecnología LED reduce hasta un 90% el consumo eléctrico, aseguran los especialistas.
La tecnología LED reduce hasta un 90% el consumo eléctrico, aseguran los especialistas.
Con el impulso oficial, las lámparas LED se consolidan como el nuevo estándar para uso residencial, por encima de las halógenas tradicionales y las llamadas bajo consumo, condenadas a la extinción por sus altos precios y su aspecto poco atractivo. La iluminación representa entre 15 y 20% del consumo eléctrico de los hogares y alrededor del 10% en industrias y comercios. En la actualidad, la oferta de lámparas está concentrada en un centenar de marcas, entre las que destacan Philips (Signify), Osram (Ledvance) y las nacionales Sica, Interlec, Philco (Newsan) y Alic.
Una LED representa un ahorro de hasta 90% con respecto las de filamento. Y esta es la principal razón por la cual el Gobierno promueve (por diversas vías) la adopción de esa tecnología como parte de su plan de ahorro energético. En este sentido, hace dos semanas las incluyó en el programa Precios Cuidados, para ofrecer lamparitas con rebajas promedio del 45% en acuerdos con Philips, Osram, Akai, Rayovac y Sica. Hubo otras medidas previas, que equipararon los precios de las LED con las de bajo consumo, que este año desaparecerían de las góndolas, según coinciden fuentes del sector.
Datos de Aduana indican que el año pasado se importaron 104 millones de lamparitas. Después de muchos años, las LED lideraron, con 55 millones de unidades, seguidas por las halógenas tradicionales (42 millones) y las bajo consumo (7 millones). Guido Di Doto, de Philips, prevé para este año que las LED incrementen su predominio (entre 60 y 65 millones de unidades) en perjuicio de las halógenas (40 millones) y la desaparición de las bajo consumo. “Las halógenas son entre 2 y 3 veces más baratas que las LED y por eso todavía tienen vigencia”, explica Di Doto.
Un hogar, promedio, utiliza unas 12 lámparas. El alza tarifaria, por ahora, no repercute en las decisiones de compra. “El consumidor privilegia la potencia, el precio y la marca —en ese orden— por sobre las prestaciones y su eficiencia”, se sincera Federico Pucci, CEO de Ledvance, dueña de la licencia de Osram. Las mejores prestaciones de una tecnología implican el nivel de ahorro eléctrico y su duración. Comparada con las bombitas de filamento, una halógena reduce el consumo un 30% y las LED, el 90%.
Tras la pérdida del autoabastecimiento energético, el gobierno anterior impulsó en 2011 la sanción de la ley 26.473, que prohibió la venta de lámparas incandescentes. Allí surgieron las LFC (Lámpara Fluorescente Compacta), fácilmente distinguibles por su aspecto de “rulo alargado”. Hoy, poco tiempo después, las LED (Light Emitting Diode, que significa diodo emisor de luz) lograron imponerse gracias a la misma tecnología que se aplica en pantallas de electrónicos de vanguardia como TV, computadoras y smartphones.
Por fuera de las cuestiones técnicas, la reconversión acelerada tiene factores impositivos y arancelarios que impactaron en los precios. Una LED de primera marca, hoy, cuesta menos que hace dos años, quedando por debajo de las bajo consumo. Hay dos motivos. Por un lado, la tendencia a la baja de la tecnología. Y por otro, las acciones del Gobierno para promover el ahorro y así achicar el rojo en la balanza energética.
Desde 2016 y en paralelo con otros dispositivos electrónicos, se eliminó el arancel a las importaciones de LED (cuya posición arancelaria le correspondía tributar el 18%) y el IVA bajó a la mitad. Como contrapartida, el arancel de las bajo consumo saltó del 18 al 35%, es decir casi el doble. Hace dos semanas, el Gobierno incluyó a las lámparas LED en el programa de Precios Cuidados en acuerdo con varias marcas, con una rebaja promedio del 45% y que estará vigente hasta septiembre. La lista es así: una Sica 5W, a $43,90; Osram 10W, a $50,90; Philips 8W, a $51,90; Akai Energy 6W, a $52 y Rayovac 6W, a $52.
Tendencia de moda La reconversión del mercado sumado a los estímulos oficiales atrajo el interés de los importadores. “El año pasado se produjo un quiebre muy violento. En apenas 6 meses, el mercado argentino se volcó al LED, un proceso que en Europa llevó dos años”, resume Carlos Tesler, presidente de Alic, un importador directo que compite con su propia marca. El empresario sostiene que por los cambios impositivos y arancelarios impactó en los precios. “El año pasado, el costo de cada unidad cayó de US$2 a US$0,80”, dijo.
“Hay unas 100 marcas blancas compitiendo en el mercado. Tal como ocurre con las cervecerías artesanales y las barberías, importar LED se puso de moda”, ironiza Pucci, de Osram. A eso se suma los otros factores que impulsan la demanda, como la baja de precios y la mayor variedad de productos, derivación directa de la apertura de importaciones y la entrada de nuevos jugadores en el segmento. En el otro extremo están las halógenas, cuya vida útil está muy por debajo de las LED pero que “coexistirán en el mercado porque resultan muy baratas”, añadió.
Se calcula que la vida útil de una halógena oscila entre 2.000 y 4.000 horas, muy por debajo de las LED, que pueden perdurar hasta 15.000 horas. “La reconversión hacia las LED era inevitable. La tecnología halógena en la Argentina se mantendrá algún tiempo, posiblemente por algunos años más. Pero en Europa ya se está prohibiendo”, completa Di Doto, de Philips. Más contemplativo, Pucci cree que la sustitución total del equipamiento hogareño (unas 12 lamparitas por hogar, promedio) representa un presupuesto para el bolsillo.
El Gobierno calcula que apenas el 15% de las lámparas para uso residencial son LED. El resto son halógenas (32%) y bajo consumo. Con la vista fija en la factura de la luz y sus nuevos precios, los productos que más consumen son los aires acondicionados (1.350 W), lavarropas (2.500 W), heladeras (200 W), estufas de cuarzo (1.500 W), microondas (800 W), PC (400 W) y TV (40 W), según indica un informe reciente del ENRE.
Las marcas líderes del mercado (Philips y Osram) vienen introduciendo líneas premium de LED para un público más sofisticado. Por caso, Philips ya lanzó una serie de lámparas con diseños vintage, de vidrio y con el mismo aspecto de las viejas bombitas de filamento. “La otra gran innovación es una línea de lámparas inteligentes (Scene Switch), que incluye una tecla para poder variar el color de la luz”, explica Di Doto.
Por su parte, Osram lanzará en los próximos días un kit de lámparas provistas de tecnología bluetooth y control remoto, muy populares en mercados desarrollados. “A través del control, el usuario puede modificar la intensidad de la luz y los colores para adecuar la ambientación”, grafica Pucci. Ambas multinacionales, así, apuntan a diferenciarse del resto de sus competidores.

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