Magalí Vidoz

Estoy triste, pero con mi tristeza hago cosas bonitas. Me crecen pájaros. He soñado con globos aerostáticos. Ya he sido amarilla en un tiempo anterior. Recuerdo la risa como la entrada de un parque en otoño. Me desprendo de la sangre que sale de la roca. La montaña se incendia. He usado mi tijera: ya no somos dos. Todavía su ropa acumulada como si el viaje fuera un sueño, un puente que no cruzo.
Las cosas son lentas aquí, sabes, algo ha pasado en la ciudad y el tiempo no se mueve, nos hemos quedado en un momento, tú sabes cuál. Pronto volverá la máquina a darle fuerza al mundo.
Mientras tanto me preocupo por lo único que sé: escribir. Y por mi voz, que si me quedo sin cuerdas vocales no sabría qué decir. Ya sabes lo que eso supone: prefiero la tristeza a la sequía de palabra. Que siga lloviendo sobre mí entonces. Sé lo que es caer. En el fondo del mundo siempre encuentro algo. Hoy he hablado con el animal que le da vida a la poesía. Él no me abandona. Ni yo a él. Nos mantenemos vivos, nos damos de comer en la boca porque es lo único que podemos hacer.
Arriba del continente la estrella vibra, no la he visto, porque camino la tierra que está por debajo. Han desaparecido las playas también aquí. Mis ojos se cierran de a poco y comienzan a ver lo que llevo dentro, que de eso se trata. Escribo un diario que luego quemaré. Se descascara la pintura de mis uñas como arquitectura con secretos.
Y luego la laguna. ¿Cuánta agua se evaporó en nuestra presencia? Incluso lo hemos hecho conscientes de que estábamos cambiando la rueda de la vida. No hubo nube después del beso, hubo una tormenta que todavía no ha frenado.

*

(En el link, un poema con mi voz porque el otoño)
Magali Vidoz
Epoca De Limones

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