Living | HOME OFFICE 10 propuestas para armar un rincón de trabajo en casa

A la hora de armar un espacio de trabajo en el hogar hay muchas opciones estéticas y funcionales; mirá estas ambientaciones e inspirate

    

 

Dos caballetes, una tabla de mdf y una linda silla son suficientes para hacer un área con mucha personalidad.  Foto: Archivo LIVING

 

 

El blanco es una excelente elección para no generar mucho volumen visual. En este caso, el escritorio se camufla con la pared y la lámpara de pie potencia la claridad del ambiente.  Foto: Archivo LIVING

 

 

Para armar un espacio de trabajo siempre hay que considerar las necesidades de quien vaya a utilizarlo. En esta propuesta se disfruta del hermoso paisaje que inspira al artista dueño de casa.  Foto: Archivo LIVING

 

 

Un pasillo se puede transformar en el lugar indicado para sentarse a trabajar. Aquí, la gran mesada de cemento es funcional y fácil de mantener.  Foto: Archivo LIVING

 

 

Una linda tela o papel puede funcionar como leit motiv: acá, se aplicó un papel a distintas cajas y a la pizarra central, unificando el sector.  Foto: Archivo LIVING

 

 

Para personalizar el rincón, elegí objetos, cuadros y afiches que te inspiren y lo hagan propuo.  Foto: Archivo LIVING

 

 

No tiene por qué ser formal. Acá, una muestra de un escritorio relajado y alegre que no sólo puede servir para un adulto sino también para que los más chicos realicen sus tareas.  Foto: Archivo LIVING

 

 

Un rincón que parecía desperdiciado se aprovechó con un mueble laqueado en natural que se amuró a la pared, al lado de la ventana. Así, recibe luz natural la mayor parte del día.  Foto: Archivo LIVING

 

 

Este pequeño escritorio quiere pasar desapercibido. La silla, gran estrella del rincón, se puede utilizar en el living cuando se reciben visitas.  Foto: Archivo LIVING

 

 

En este escritorio compartido se eligieron dos sillones de estética distinta para personalizar el espacio. Con la madera como protagonista, en los estantes se intercalan libros, adornos y recuerdos personales.  Foto: Archivo LIVING