La batalla técnica: Otto Krause
Inquieto y curioso, este ingeniero civil, docente y pedagogo fue el principal propulsor de la enseñanza técnica en la Argentina. Hoy, un colegio con más de dos mil alumnos lleva su nombre en Buenos Aires y una gran cantidad de escuelas industriales en Santa Fe, Córdoba y La Plata recuerdan a su creador. La historia detrás de un emprendedor que luchó por la educación y por el desarrollo industrial del país.
—¡Oh!—, decía un italiano.
Ese ingeniero conoce lo que es
una escuela práctica
¡Así me gustan los hombres!
Pues si uno además es Otto
es porque vale por nove.
La rima salió publicada en la revista Caras y Caretas, en febrero de 1905, acompañando una caricatura de Otto Krause, el ingeniero, docente y pedagogo que, para ese entonces, ya había fundado la primera escuela de enseñanza técnica de la Argentina en 1899. La misma Escuela de Educación Técnica N.° 1 que hoy lleva su nombre y que desde 1909 funciona en el barrio de Monserrat, en pleno centro de la Ciudad de Buenos Aires, y con la que impulsó la creación de una gran cantidad de centros especializados en todas las provincias del país.
Después de ejercer como decano de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, y Director de la Escuela Complementaria Industrial para aprendices y obreros, anexa a la Escuela Industrial de la Nación. Otto Kruase fue designado director de Enseñanza Industrial de la Nación en 1909. Durante su gestión se fundaron las escuelas industriales de Rosario, Santa Fe, La Plata, Chivilcoy y 25 de Mayo.
Otto Krause murió en Buenos Aires, el 14 de febrero de 1920. Sin embargo, su tumba, permanece hoy en la provincia de Misiones, muy cerca de las ruinas de Santa Ana. Una fundación que lleva su nombre, con egresados de todas las promociones de la primera escuela técnica de país, continua su legado: el amor por la educación técnica y el trabajo productivo para obtener una mejor calidad de vida.
Ese ingeniero conoce lo que es
una escuela práctica
¡Así me gustan los hombres!
Pues si uno además es Otto
es porque vale por nove.
La rima salió publicada en la revista Caras y Caretas, en febrero de 1905, acompañando una caricatura de Otto Krause, el ingeniero, docente y pedagogo que, para ese entonces, ya había fundado la primera escuela de enseñanza técnica de la Argentina en 1899. La misma Escuela de Educación Técnica N.° 1 que hoy lleva su nombre y que desde 1909 funciona en el barrio de Monserrat, en pleno centro de la Ciudad de Buenos Aires, y con la que impulsó la creación de una gran cantidad de centros especializados en todas las provincias del país.
Una escuela de 100 años
La escuela nació, en 1897, como un anexo denominado Departamento Industrial de la entonces Escuela de Comercio —actualmente Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini.
«El Departamento Industrial proporciona una enseñanza científica y especial, teórica y práctica y preparará, más tarde, industriales inteligentes, jefes de talleres y fábricas, directores de obras públicas, dibujantes y maquinistas instruidos (…). La instrucción que allí se recibe, constituye una excelente base para emprender los estudios de Ingeniería, Agrimensura y Arquitectura», dijo el presidente José Uriburu en el discurso de inicio de sesiones del Congreso Nacional de ese año.
Poco después, el 17 de marzo de 1899, por decreto del presidente Julio A. Roca, y ya bajo la dirección de Otto Krause, la escuela se constituyó como una entidad independiente y fue la primera en el país bajo esta condición: Escuela Industrial de la Nación. Diez años más tarde, el 24 de mayo de 1909, se inauguró el gran edificio que ocupa en la actualidad el colegio en Paseo Colón 650, en la ciudad de Buenos Aires. Las primeras especialidades fueron Mecánica, Química y Construcciones; se agregó después Electricidad, y más tarde surgieron Computación y Electrónica. En la actualidad, más de dos mil estudiantes concurren a esa primera escuela técnica que tardó más de cuatro años en construirse con laboratorios y talleres.
«La práctica profesional y mis cargos de profesor en la Facultad de Ingeniería me han hecho ver que existía un vasto programa de conocimientos técnicos de la mayor importancia en las industrias, que podrían ser enseñados con la base elemental adquirida en las escuelas primarias. Este hecho, así como la convicción, hace mucho tiempo adquirida, de que en los trabajos profesionales relacionados con los procedimientos de la industria, no bastan los conocimientos teóricos, sino que deben ser completados con la práctica en talleres y laboratorios, fueron los que me sirvieron de punto de partida para trazar los lineamientos generales del plan que mereció la aprobación del superior gobierno, en junio de 1898. (…) Es así como en un tiempo relativamente corto, los alumnos pueden adquirir la práctica y los conocimientos técnicos, bien completos dentro de la especialidad elegida, quedando en condiciones de ejercer su profesión con verdadera competencia», dijo Otto Krause en eldiscurso inaugural.
Después de ejercer como decano de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, y Director de la Escuela Complementaria Industrial para aprendices y obreros, anexa a la Escuela Industrial de la Nación. Otto Kruase fue designado director de Enseñanza Industrial de la Nación en 1909. Durante su gestión se fundaron las escuelas industriales de Rosario, Santa Fe, La Plata, Chivilcoy y 25 de Mayo.
Otto Krause murió en Buenos Aires, el 14 de febrero de 1920. Sin embargo, su tumba, permanece hoy en la provincia de Misiones, muy cerca de las ruinas de Santa Ana. Una fundación que lleva su nombre, con egresados de todas las promociones de la primera escuela técnica de país, continua su legado: el amor por la educación técnica y el trabajo productivo para obtener una mejor calidad de vida.
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