Cómo devolverle la risa a los chicos hospitalizados con canciones y teatro
La ONG Alegría Intensiva desarrolló Escenarios de Hospital, un proyecto para que los hospitales pediátricos tengan, por primera vez, su propia agenda cultural
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Soledad Vallejos
MARTES 25 DE ABRIL DE 2017 • 18:58
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No pueden ir al teatro, asistir a un show musical o participar de un taller creativo. Están en tratamiento, intentando recuperarse de alguna afección que les impide estar en sus casas, ir a la escuela o salir a jugar con otros chicos de su edad. Pero hay necesidades vitales que la infancia no olvida, y aunque tal vez no puedan levantarse de la cama , sus ganas de reír y emocionarse siguen intactas. De hecho, hay algunos estudios que evidencian que cada vez que esto sucede, la evolución clínica de un chico que está internado en un hospital mejora de forma notable.
Desde hace nueve años, la ONG Alegría Intensiva pone en práctica esta experiencia a través de sus “payasos de hospital”, artistas profesionales que utilizan el juego para acercarse a los chicos y modificar de forma positiva su realidad dentro del hospital. Payasos que los hacen reír y que son capaces de ofrecerles otras vías de expresión emocional durante el tiempo que deben estar internados. Su objetivo es concreto: transformar el cuarto de hospital en un espacio positivo, en un lugar más alegre para ellos, para sus papás y también para el equipo médico. “Después de ver el impacto logrado en los niños internados y sus familias y de comprobar cómo mejoran las dinámicas de internación del hospital pediátrico en general, comenzamos a madurar la idea de que la herramienta del payaso de hospital como agente de transformación artística era sumamente poderosa –dice a La Nación el pediatra Andrés Kogan, director de Alegría Intensiva junto con su colega, Mariano Rosenberg-. Pero había que complementarla con otras expresiones y, sobre todo, que tuvieran cierta frecuencia. Que los artistas no sean seres ajenos a ese ámbito”.
Así, dice Kogan, nació Escenarios de Hospital, un proyecto que contó con el apoyo de Mecenazgo (régimen de promoción cultural del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires), para que los hospitales tengan, por primera vez, su propia agenda cultura. Así, en esta primera etapa, Alegría Intensiva realizará diez espectáculos artísticos de primer nivel. Mañana, el hall principal del Hospital de Pediatría Juan P. Garrahan se convertirá en el escenario de Rock & Wlash, una banda de clown-rock; un show exclusivamente destinado a los pacientes del hospital y sus familias, y que no estará abierto al público general. Dentro del cronograma, están previstas también las funciones de Mundo Arlequín, Anda Calabaza, Capitán Sanata y Dale!.
-¿Por qué es tan importante para un chico internado poder ver un espectáculo?
-Porque los niños en situación de internación están viviendo un momento traumático, de alto nivel de estrés, donde el desarraigo, la incertidumbre, el dolor, la angustia, forman parte de su día a día. Las necesidades vitales de todo niño, como jugar y reír, entran en “pausa”. Es aquí donde los payasos profesionales de hospital, pidiendo permiso antes de un ingreso a un cuarto, trabajando en dúos artísticos e invitando a ese niño a participar de un juego, o simplemente ser un espectador, logran reactivar aquellos aspectos saludables que, sin importar la gravedad de la enfermedad que ese niño esté atravesando, nunca dejan de estar presentes. Solo hay que saber cómo llegar a ellos. La música y la actuación son grandes aliados para lograr este fin.
-¿Hay una función terapéutica para el paciente?
-Seguramente exista esa función, pero no es el objetivo perseguido por Alegría Intensiva y Payasos de Hospital. Nosotros buscamos sumar una disciplina artística profesional a las muchas disciplinas profesionales que asisten a los niños internados y actuar sinérgicamente, mejorando la calidad de vida de ese niño, en primer lugar, y la de sus padres que lo acompañan, pero también modificando la manera de vincularse de médicos, enfermeras, personal de cocina, personal administrativo. Todos los miembros del equipo hospitalario reciben el impacto de la presencia de artistas profesionales en el hospital.
-¿Cuál es la diferencia entre la reacción de un espectador de hospital con la de un niño que luego de ver la obra se va a su casa?
-La conexión que se produce entre un niño espectador y los artistas es muy particular. El chico atraviesa emociones, se ríe, se identifica con algún personaje, ve una imagen que le es familiar, recuerda vivencias propias. Todo eso y mucho más le sucede como espectador. Si nos enfocamos en esa relación, no hay mucha diferencia entre el espectador de hospital y el que va a ver espectáculos al teatro. Los dos reaccionan igual. Ningún niño internado pierde la necesidad de jugar. Sin embargo, durante el tiempo de internación en un hospital pasa por momentos del día donde se realizan exámenes de laboratorio, con pinchazos, agujas, tubos, líquidos amargos. Estudios de imágenes donde se irradia a los niños, se los duerme, se les administra contrastes espesos endovenosos, y otros ejemplos también. Luego se los examina clínicamente por cientos de médicos que buscamos el porqué de sus dolencias, cómo ayudarlos a superar la razón que los mantiene internados, para que regresen a sus casas lo antes posible. Todo esto con gran intensidad y mucho estrés. Y también hay interminables horas donde el silencio, la angustia y el aburrimiento se apoderan de casi todo.
Por eso, el niño que luego de vivir esta realidad presencia un espectáculo artístico, positivo, con melodías que reverberan en su persona luego de finalizado, que tiene nuevos motivos de conversación con su madre y padre y nuevos estímulos para dibujar, cantar, compartir, es un niño que sin quererlo inició ese camino de juego y risas que se encontraba en “pausa”. Mientras que un espectador que regresa a su casa, además de jugar y reírse durante el espectáculo, luego retornará su rutina diaria con sus juguetes, sus hermanos, su cena familiar, su programa de TV favorito. En definitiva, a su vida cotidiana, donde un niño está donde debe estar, amado por sus padres y hermanos, jugando y soñando, sin agujas, ni estetoscopios, ni sondas que lo persigan y aíslen.
-¿Cómo debería ser la programación cultural de un hospital?
-La cultura es una parte fundamental de todos los seres humanos. Nos enriquece, nos hace crecer, nos hace disfrutar de la vida, nos permite ver la inteligencia del ser humano puesta en marcha, imaginando, creando, volando, cantando, buscando expresarse siempre, sin importar los obstáculos que se presenten, sino tomándolos y transformando la realidad con eso. Por eso, creemos que la cultura tiene que tener un lugar fundamental en los hospitales, y desde Alegría Intensiva, Payasos de Hospital, viendo el maravilloso impacto logrado en los ocho hospitales donde venimos trabajando desde 2008, entendimos que podíamos dar un paso más. Que seleccionando artistas profesionales y capacitándolos para adaptar su arte al contexto pediátrico, esta transformación continuaba y se fortalecía.
-Cuál sería la frecuencia ideal en el calendario para que tenga el efecto deseado?
-Gracias al apoyo de Mecenazgo Cultural de Ciudad de Buenos Aires, se podrán presentar, en esta primera etapa, un show al mes en cinco hospitales de CABA y Gran Buenos Aires. Esto siempre acompañado por nuestros programas de Payasos Profesionales de Hospital, que visitan semana a semana ocho hospitales, y en algunos de ellos hasta dos veces a la semana.
-En este nuevo modelo de internación pediátrica: ¿Cuál es el lugar del arte?
-Esa es la cuestión de fondo, cómo el modelo de internación pediátrica va evolucionando. Las necesidades de los niños internados van más allá de la excelencia médica y la tecnología de última generación. Se hace indispensable pensar la “experiencia “ del niño internado desde que llega al hospital hasta que se va de alta. El arte es un aliado fundamental en la mejora de la calidad de internación y es parte de esa evolución de transformar los hospitales pediátricos en verdaderos lugares pensados por y para los niños.
¿Qué es Alegría Intensiva?
Alegría Intensiva lleva alegría a los niños hospitalizados o enfermos, a sus padres y al personal médico y no médico de los hospitales, a través del arte clown. Este año Alegría Intensiva desarrolla sus programas de payasos de hospital en el Hospital de Niños Juan P. Garrahan, el Servicio de Hemato Oncología Pediátrica del Hospital Posadas, el Hospital de Niños Pedro Elizalde (ex Casa Cuna), el Hospital de Niños Sor María Ludovica de La Plata, el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, el Servicio de Pediatría del Hospital Fernández, el Servicio de Pediatría del Hospital Houssay de Vicente López, el Hospital Municipal de Pediatría Federico Falcón de Pilar, y el Hospital Británico de Buenos Aires.
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