La ropa de algodón del futuro podrá ser magnética y brillar en la oscuridad

Mediante la adición de moléculas de azúcar y disprosio, un grupo de investigadores del Instituto Weizmann de Ciencias en Israel lograron crear una fibra que permitirá contar con nuevas funciones que le permitan interactuar con los dispositivos móviles

MARTES 19 DE SEPTIEMBRE DE 2017 • 13:43

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Investigadores del Instituto Weizmann de Israel lograron modificar la fibra del algodón para que pueda ser magnética y fluorescente, dos características que permiten impulsar el desarrollo de telas inteligentes. Foto: LA NACION / Patricio Pidal

Así como la industria automotriz tiene en la ciencia ficción la promesa de los vehículos que vuelan, el sector textil espera por la indumentaria que pueda secarse de forma automática o que se adapte a los cambios en el tamaño del cuerpo. Un ejemplo de la incorporación de la tecnología en la indumentaria se pudo ver en la asociación entre Google y Levi's con Project Jacquard, una iniciativa que transforma la tela de una campera de jean en un panel de control de un smartphone.

Por el momento, cambiar de color, tempratura o que las fibras puedan ser un elemento conductor de la electricidad son algunos de los objetivos que tienen en mente los investigadores al momento de desarrollar prendas inteligentes.

De forma puntual, los investigadores del Instituto Weizmann de Ciencias en Israellograron crear fibras de algodón que pueden brillar en la oscuridad y que también pueden ser magnéticas, de acuerdo a una publicación realizada en la revista Nature.

Para crear este insumo para crear las fibras con nuevas propiedades los investigadores utilizaron moléculas de azúcar y disprosio mediante un proceso de manipulación in vitro. De esta forma, las fibras del algodón modificado pueden reaccionar ante la luz o adoptar propiedades magnéticas.

Las prendas que brillan en la oscuridad podrían ser utilizadas tanto en el ámbito profesional para vestir a los trabajdores de la construcción o en la vía pública, como para los corredores y el mercado de consumo.

Por el momento los investigadores buscan perfeccionar el método, ya que la adición de estas moléculas en el proceso de cultivo del algodón produjo un insumo menos resistente que las fibras tradicionales.