Cuidado con los antibióticos


Para garantizar la salud del paciente y evitar que los tratamientos se vuelvan ineficaces, es importantísimo consumir antibióticos de manera responsable y adecuada.

Sólo debemos tomarlos cuando el médico nos lo indique, que será para tratar las infecciones bacterianas. En definitiva, el antibiótico no baja la fiebre, no reduce la tos, ni la mucosidad, ni los estornudos, y no ayuda a recuperarse de una infección causada por virus, ni tampoco impide que los virus se diseminen a otras personas.

10 formas de ser responsables

1. Nunca te auto mediques con antibióticos. Puedes estar cometiendo el error de consumir medicamentos totalmente ineficaces para combatir tu infección y, por tanto, estar contribuyendo al aumento de la resistencia de las bacterias patógenas. Expones, además, a tu organismo a reacciones alérgicas o efectos secundarios adversos sin necesidad.

2. No solicites antibióticos al farmacéutico sin que el médico te los haya indicado.
 No debemos presionar al profesional sanitario para que nos dispense estos medicamentos cuando acudimos sin receta a la farmacia, dado que está prohibido por ley. Tampoco exijas al médico que te los prescriba si no los considera necesarios: él, mejor que nadie, sabe cuándo está indicado su uso y cuándo no.

3. Tampoco para tus hijos. Si el niño muestra síntomas de alguna infección, acude a su pediatra, quien te indicará si es necesario administrarle o no un antibiótico. Hacerlo sin que sea necesario puede ser dañino para la salud de tu hijo y hacer más difícil su curación cuando adquiera una infección que de verdad requiera antibióticos.

4. Paciencia y cuidados. 
Si contraes un resfriado o una gripe y el médico te dice que no necesitas antibióticos, cuídate para recuperarte. Descansar y armarse de paciencia es muchas veces es el mejor remedio para los enfriamientos y catarros. Si los síntomas no mejoran o empeoran en el plazo indicado por el médico, vuelve a la consulta para que te examine de nuevo.

5. Sigue fielmente las instrucciones del médico. Debes respetar y cumplir todas sus pautas, tanto en lo referente a la dosis que debes tomar, como el horario o la duración del tratamiento. Favorecemos las resistencias de las bacterias a los antibióticos cuando estos se toman en dosis incorrectas o de forma irregular.

6. Organízate para cumplir el horario al pie de la letra. Antes de empezar el tratamiento, piensa qué horario te resulta más fácil para respetar la frecuencia de toma indicada por tu médico. Intenta tomarlo siempre a la misma hora.

7. Completa el tratamiento hasta el final. No lo interrumpas; los síntomas desaparecerán pronto, pero eso no quiere decir que la infección esté resuelta. Debes completar el tratamiento prescrito, de lo contrario, la infección puede reaparecer y el antibiótico dejar de ser efectivo.

8. No guardes los antibióticos que te sobren después del tratamiento. En su lugar, pregunta a tu farmacéutico cómo deshacerte de ellos de manera adecuada.

9. Siempre que sea posible, vacúnate. Con el fin de evitar infecciones ya sean víricas o bacterianas. De esta manera conseguimos evitar su aparición. Acompaña también a tus hijos o mayores a vacunarse, cuando esté recomendado para ellos.

10. En resumen: realiza un consumo de antibióticos responsable. 
La eficacia de los medicamentos depende de todos. El uso responsable de antibióticos puede contribuir a frenar la aparición de bacterias resistentes, lo que hará que los antibióticos sigan siendo eficaces tanto en la actualidad como para las generaciones futuras.
 
Fuentehttp://www.abc.es/familia-vida-sana/20150207/abci-antibiotico-vida-sana-201502021241.html

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