La crecida dejó aisladas a unas 500 personas en Escaba

Las escuelas de la zona debieron suspender las clases porque los docentes no pueden llegar. Desesperado pedido de ayuda.

DESTRUIDO. La crecida del río Singuil se llevó el puente colgante que estaba sobre su cauce y dejó sin salida a 78 familias de Escaba de Abajo. la gaceta / fotos de osvaldo ripoll  |  Ampliar  (1 de 2 fotos)
Así llegaba la crecida del río Marapa a la zona de El Badén
Así llegaba la crecida del río Marapa a la zona de El Badén
Se derrumbó el puente peatonal en Escaba de Abajo
Se derrumbó el puente peatonal en Escaba de Abajo
El dique Escaba mantuvo en vilo hasta ayer a los pobladores de la comunidad homónima. Las aguas comenzaron a bajar lentamente, luego de que en la madrugada del domingo rebasaran por encima del vertedero. La crecida fue histórica. Y ante la emergencia las compuertas de la represa no pudieron ser abiertas porque el lugar se había quedado sin electricidad ante la caída de los postes con el tendido del servicio.

Además el motor del generador propio no pudo ser activado. A través del sistema manual se pudo levantar apenas unos centímetros dos de las siete compuertas. Es la información que transmitió la comisionada comunal del lugar, Miriam Boydo.

La mujer advirtió ante LA GACETA que la saturación del dique pudo desencadenar una tragedia. El espejo líquido, que recibe agua de los ríos Singuil, Chavarría y El Chorro, se congestionó tanto que provocó destrozos en caminos e instalaciones náuticas que están a su orilla. Unos 700 metros de la ruta 308 fueron literalmente devorados por las aguas y dejó totalmente aisladas a unas 40 familias de Escaba de Arriba. La crecida del Singuil, que baja desde la serranía catamarqueña, destruyó el puente colgante que estaba sobre su cauce y dejó sin salida a otras 78 familias de Escaba de Abajo.

En el pueblo es muy comentado el caso de 12 personas que regresaban de un cumpleaños de 15 y que salvaron providencialmente su vida cuando se aprestaban a pasar a pie el viaducto. Retrocedieron en el momento justo al advertir la llegada de la creciente que se llevó el puente.

Al mediodía de ayer Boydo realizó gestiones con el fin de conseguir un helicóptero para trasladar alimentos y otras ayudas a las casi 500 personas aisladas. “Es una situación preocupante porque entre los aislados hay gente enferma y no hay forma de llegar al lugar. El río sigue crecido y no se puede pasar. Y los caminos están destruidos”, informó.

Dos escuelas, la 190 de Escaba de Abajo y la 318 de Arriba, tienen suspendidas las clases en razón de que las docentes no pueden llegar a esos lejanos y complejos parajes.

Negligencia
La comisionada comunal no dudó en tildar de “negligente” la actitud de la empresa Hidroeléctrica de Tucumán (que explota la generadora de energía de ese pueblo), al dejar que la represa se sature. “Dos días antes estaba casi con la cota máxima y no se abrieron las compuertas para ir aliviando la carga de agua. La creciente que llegó desde Catamarca se encargó de hacer desbordar el dique”, contó. Dijo también que exigirá que la represa, que sufrió daños en obras complementarías, sea peritada con el fin de que se determine si el muro de 90 metros de altura acusa fisuras u otros daños ante la cantidad excesiva de agua que mantuvo acumulada y sin poder evacuar.

“La creciente llegó de repente y colmó el dique enseguida. Escuché el ruido de las aguas que llegaban. Me dio terror al ver que comenzaron a pasar por encima del vertedero. Nunca antes había sucedido algo igual”, comentó por su parte don René Correa.

A 5 kms de ahí el camino hacia Escaba de Arriba acusó la arremetida del lago. “Estamos sin luz y pocos alimentos. Mi casa está dañada y hace falta que nos lleven ayuda” imploró Nicolás Molina, padre de cuatro niños, quien logró sortear el corte a pie para llegar al pueblo a comprar mercaderías. El drama de los aislados se profundiza al no haber en la zona comunicación telefónica.

Manuel Uñate, presidente del Club Náutico dijo que la crecida del lago sumergió las instalaciones en un metro y medio de agua, provocando la caída de unos 90 metros lineales de los muros laterales y la pérdida de 2 embarcaciones. También hubo otros daños en el interior del edificio.

Silencio oficial

LA GACETA intentó comunicarse reiteradamente con Desiderio Dode (director de Recursos Hídricos), con Aníbal Comba (subdirector de Recursos Hídricos), con Juan Sirimaldi (titular de la Dirección Provincial del Agua) y con las autoridades de la Hidroeléctrica Tucumán para que informen las causas del desborde del dique Escaba, pero no dieron explicaciones.

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