Habló la docente que aprobó a la alumna que no sabía nada: "Le puse palabras a la esperanza"


La historia se viralizó y llegó hasta China. La profesora de geografía marplatense cuestiona la tendencia a homogeneizar de la educación. 

CUATRO CARILLAS. Escribió la alumna.
CUATRO CARILLAS. Escribió la alumna.
A esta altura debe haber poca gente que no conozca la historia de la docente marplatense que aprobó a una alumna que decía no saber nada. La historia se viralizó y llegó hasta China, México, Guatemala, España, Bolivia y mucho más.
Una semana después TN se acercó hasta Sierra de los Padres para entrevistar en profundidad a Lucía Gorricho, quien supo detectar que había algo más detrás de ese "no sé" de una chica de 14 años, hija de trabajadores rurales bolivianos, que dedican la mayor parte de su día -y de su vida- a cosechar frutillas. Y que entendió que hoy la educación no solo pasa por poner una nota, si no por mirar a los alumnos, saber quiénes son, considerarlos. 
Lucía llegó a una escuela para hacer una suplencia y poco después le tocó evaluar en geografía a una alumna que no tenía libros ni cuadernos, pero se esforzaba por permanecer en la escuela. "Era muy cruel.  Yo sentía que no la podía desaprobar. No le había dado yo los contenidos, era la primera vez que la veía. ¿Tenía que repetir?".  
Cuando la alumna dijo que no sabía nada sobre los contenidos de la currícula, ella le preguntó si sabía algo sobre las frutillas. A la chica se le iluminaron los ojos y le preguntó si también podía contarle algo sobre Bolivia. El resultado fue un texto de cuatro páginas con caligrafía impecable que sensibilizó e impactó a la docente. "Descubrí un talento. Y creo que le puse palabras a la esperanza", dijo Lucía. 
Luego de la repercusión que tomó el caso -que empezó siendo un post en su blog- Lucía volvió a la escuela para regalarle un cuaderno y para pedirle que siguiera escribiendo. La chica prometió comenzar un diario.
De alguna manera, Lucía cuestionó la tendencia a homogeneizar de la educación. "Hay que dejar de prestar tanta atención a las cifras y a las estadísticas. Y dar los mismos contenidos cuando todos somos diferentes. No se tienen en cuenta las necesidades y el deseo de aprender de los chicos". 
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