Qué leer en vacaciones: verano, esa estación para las lecturas postergadas


A partir del programa AcercArte, un seleccionado de lectores notables cuenta sus inicios y sus pasiones librescas
PARA LA NACION
DOMINGO 08 DE ENERO DE 2017
30
"El mundo está lleno de libros preciosos que nadie lee", decía Umberto Eco. Movidas como el programa AcercArte, con su sección Biblioteca, invita a gente de todas las edades a descubrir, en parte, el maravilloso mundo de la literatura, es decir, a leer esos libros que nadie parece leer.
Qué leer en vacaciones
Qué leer en vacaciones. Foto: Archivo
Qué leen los actores y músicos es el tema de las charlas con Gonzalo Heredia y Antonio Birabent, que comparten su pasión en estos encuentros que mañana comienzan una nueva etapa de verano, de gira por diferentes playas de la costa. El artista Milo Lockett, por su lado, pintará un libro gigante con sus personajes, y la relación entre literatura y psicoanálisis será el eje de la conversación con el escritor y psicoanalista Federico Andahazi.
Un taller de escritura creativa jugando a escribir cartas, un espectáculo de narración que recorre el mundo de los cuentos infantiles, un karaoke para la familia con cuentos como "La Cenicienta" y "Caperucita Roja" y hasta un tutti fruti son algunas de las actividades gratuitas organizadas por el gobierno de la provincia de Buenos Aires, que se podrán realizar en municipios de la costa y conurbano bonaerense.
Además, se lanzó La Biblioteca Digital de la Provincia de Buenos Aires: Letras Abiertas, que invita a bajarse una app para leer libros gratis y desde el celular (www.gba.gob.ar/letrasabiertas) .
En primera persona, qué leer y por qué hacerlo

Federico Andahazi, escritor

Primera vez
El descubrimiento fue cuando era muy chico: eran las lecturas de mi madre, yo todavía no sabía leer. Pero el contacto determinante con la lectura se da en la adolescencia. Me llevaba muy mal con el colegio, con el secundario; entré en el 76, justo el año del Golpe. Las clases tenían un carácter francamente castrense. Entonces, me escapaba y con un grupo de compañeros nos íbamos a las librerías de la calle Corrientes. Recuerdo fascinado leer Crimen y castigo, de Dostoievski, a Roberto Arlt. Me escapaba de las clases de literatura del colegio para encontrarme con la literatura fuera del colegio.
Libro de verano
Me la pasaba dentro de un bar leyendo y fumando.Estaba completamente imbuido en esa cosa de Dostoievski que tenía que ver con San Petersburgo, con la estepa rusa, de repente levantaba los ojos y miraba ese paisaje de la nieve con la gente en shorts, en cueros y yo esperaba encontrar campesinos rusos. Es curioso cómo la realidad se va acomodando a la literatura y queda completamente distorsionada.
Consejo para lectores
No hay que ser dogmático. Cada lector va encontrando sus propios libros. Siempre vuelvo una y otra vez a las viejas lecturas. Un libro que recomiendo es No soy Stiller, de Max Frisch, que es a mi juicio una suerte de reescritura de El Proceso de Franz Kafka. Lo interesante de buscar ese libro es que es muy difícil de encontrar y en el camino los lectores se van a encontrar con muchísimos otros libros hasta poder dar con este.

Antonio Birabent, músico

Primera vez
Mi primer contacto con la lectura que yo recuerde fueron los libros de Emilio Salgari, eran libros de aventuras de piratas, que leía antes de dormir, en la cama. Tenía ocho o nueve años y, para mí, era un momento de intimidad meterme en ese mundito de los corsarios y los piratas.
Libro de verano
En el verano soy de releer libros más que de leer. Y recuerdo en especial que un verano releí Lazos de familia, un libro de relatos de Clarice Lispector y cuando andaba por la mitad recién me di cuenta de que ya lo había leído. Fue gracioso, descubrí que ya lo había leído porque en un momento empieza a hablar de una calle de Río de Janeiro que se llama Rua Humaitá y yo tengo mucha memoria para las calles, me gustan mucho los mapas. Recién ahí me di cuenta de que ya lo había leído.
Consejo para lectores
Una recomendación es que lean El sueño de los héroes de Adolfo Bioy Casares porque me parece uno de los grandes libros de la literatura argentina del siglo pasado. Creo que es una mezcla perfecta de erudición y criollismo, de intelectualidad y de gusto por el sabor de las cosas simples argentinas. Tiene, además, esa mezcla que Bioy Casares manejaba como los dioses, como él solo, diría yo, de realidad y fantasía.

Milo Lockett, artista

Primera vez
Mi primer contacto con la lectura fue El principito, de Antoine de Saint-Exupéry. Fue el libro que me introdujo al deseo de leer. Me lo leía mi papá, me gustaba mucho, y después pude leerlo yo. Me gustaba mirar los dibujos, tenía siete u ocho años. Me parecía todo un mundo y me sigue pareciendo. No soy un gran lector, pero me gustan los libros. Me gusta el libro como un objeto, lo disfruto muchísimo. Disfruto mucho de ver la biblioteca, es una cosa que me da placer mirar.
Libro de verano
He llevado montones de libros en verano que nunca leí. Cuando uno se va de vacaciones y decide qué va a leer, tiene que hacer foco en uno o dos libros como alternativa y leer todos los días un poco, como ejercicio de lectura. No más de eso. Si no, uno se distrae y termina no leyendo nada. No hay que pensar que uno va a leer todo el día en la playa ni todas las noches. Eso no lo logré en los veranos. Me llevaba libros sobre la vida de los pintores. Y volvían todos cerrados, terminaba no tomando ninguna decisión. Me gusta mucho la vida de los pintores porque me interesa conocer sus preocupaciones, sus obsesiones.
Consejo para lectores
Uno tiene que leer sobre los temas que le interesan y no se tiene que preocupar si no lee algo que todo el mundo leyó.Hay un libro que me dio curiosidad y lo leí por partes: Siete días en el mundo del arte, de Sara Horton. Es interesante para mirar el arte contemporáneo. Tiene distintas situaciones que lo hacen entretenido.

Florencia Canale, novelista

Primera vez
Aprendí a leer a los tres años, el primer acercamiento fue con mi abuela enseñándome con el diario. A los cinco o seis empecé a leer novelas. Iba todos los sábados a la mañana con mi padre a la librería a comprar libros y leía unos policiales infantiles. Pero ya desde chica era una lectora voraz. Unos pocos años después me marcó Mujercitas, como a muchas chicas en su momento, porque supongo que ahí fantaseé con ser escritora como Jo, uno de los personajes de la novela de Louisa May Alcott.
Libro de verano
Yo ahora no tomo el verano como un momento para las vacaciones. Pero hasta el momento en que me tomaba los veranos de vacaciones, sí recuerdo hace muchos años en Punta del Este, terminando de leer en el jardín de la casa Orlando, de Virginia Woolf. Supongo que siempre entendieron que yo era una persona muy absorbida por la lectura. Siempre supieron que no había que interrumpirme o proponerme otras cosas porque mi gran divertimento siempre fue ese lugar solitario con el ejercicio de la lectura y la imaginación.
Consejo para lectores
Recomiendo leer, escaparse a esos otros mundos. El mundo entre esas hojas siempre es deslumbrante, fabuloso. Para alguien que no está tan acostumbrado a una lectura consecutiva, permanente, recomiendo a Emmanuel Carrère, un enorme escritor. Son novelas duras. También recomiendo a Delphine de Vigan, tengo esperándome su última novela Basada en hechos reales.

Gonzalo Heredia, actor

Primera vez
Fue por exploración propia, en mi familia nunca estuvo el hábito de leer. Cuando empecé a leer, yo trabajaba en el taller mecánico de mi papá, lugar en el cual detestaba estar. Leía en medio de carburadores y piezas de motores y yo estaba refugiado en la lectura. Empecé leyendo policiales, novelas, a Hermann Hesse. Son esas lecturas que dejan mucho y que alimentan la fantasía que uno tiene. Me sigue pasando hasta hoy que siento que ciertas corrientes de pensamiento de algunos escritores fueron escritas para mí. En el último tiempo, me pasa con Mario Levrero, y me está pasando ahora también con Juan José Saer. Glosa es para mí uno de los mejores libros que he leído en mi vida.
Libro de verano
Me gustan los silencios, a la mayoría de la gente no sé si le es cómodo el silencio, creo que se vive de otra manera. Cuando no le hablás a una persona que tenés al lado, la persona se ofende. En la última novela en la que trabajé me la pasaba encerrado en el camarín leyendo. Saber que tengo a Levrero, a Saer o a Foster Wallace en el bolso esperándome es como una especie de botiquín de primeros auxilios que me contiene del mundo.
Consejo para lectores
Recomiendo que lean lo que sea hasta encontrar el libro que sientan que fue escrito para ellos. O fue escrito por alguien a quien le pasaba lo mismo que me está pasando a mí ahora. Y segundo, hay que romper el mito de que el libro, una vez que se empieza, se tiene que terminar.
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