Torres orgánicas de 5 kilómetros de alto que comen la contaminación

Tres dimensiones

Cómo serán los edificios hechos con impresoras 3D, más altos que una montaña y que limpian el aire.

Torres orgánicas de 5 kilómetros de alto que comen la contaminación
Supercity. Una recreación de la ciudad del futuro inspirada en los dibujitos de Los Supersónicos 

En el futuro, no solo los precios van a estar por las nubes, también los autos y los edificios. Así lo imaginó un grupo de científicos y futurólogos convocado por Arconic, una empresa recientemente desprendida del gigante del aluminio Alcoa, que se dedicará a desarrollar materiales y tecnología de punta.

Torres orgánicas de 5 kilómetros de alto que comen la contaminación
5 Kilómetros. Científicos y futurólogos de la emrpesa de tecnología Arconic, imaginan una torre construida con drones e impresoras 3D.
En el horizonte que se propusieron vislumbran los expertos existirán torres de formas naturales, con vegetación integrada, más altas que las montañas, construidos con impresoras 3D y que se comerán toda la contaminación del aire, además de producir energía.
El sueño de los nerds de Arconic no es pura fantasía, el equipo pensó todo a partir de materiales que ya existen en desarrollo o en el mercado. Por ejemplo, diseñaron un rascacielos de casi cinco mil metros de altura a partir de una aleación de aluminio y litio que es más resistente y liviana que el aluminio común.

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The Jetsons. La firma de tecnología Arconic desarrolló una visión del futuro en 2062 basado en los adelantos que mostraba la serie animada Los Supersónicos.
El salto sería tremendo, hoy, la torre más alta del mundo es la El Burj Khalifa en Dubai y apenas araña los 830 metros. Para tener una idea de lo que estamos hablando, el Aconcagua tiene 6.900 metros, es decir que la bella criatura que imaginan los futurólogos yanquis le llegaría a los hombros.
Sin miedo a las alturas, la torre ya fue bautizada. La llamaron: “The Jetsons”, un homenaje a la serie animada de 1962 que aquí se conoció como “Los Supersónicos”. Nada es casualidad, para este trabajo, los expertos futurólogos se proyectaron al 2062, una fecha caprichosa que surge de agregarle cien años a la primera emisión de los dibujitos animados en los EE. UU.
De hecho, Los Supersónicos y todo su mundo futurista fueron tomados de modelo para el spot comercial que sintetiza los adelantos que proveen los especialistas, además de los objetivos de la empresa. El corto fue realizado por el director de cine Justin Lin, autor de Rápido y Furioso y el último episodio de la saga Star Trek.
Sherri McCleary, una de las científicas de Arconic, asegura uno de los inventos que se pueden aplicar ya mismo es EcoClean, un recubrimiento que purifica el aire. La novedad ya tiene apenas 6 años y trabaja con la ayuda de luz y vapor de agua que, mezclados con los químicos en el revestimiento, producen radicales libres. Estos átomos extraen los contaminantes del aire y los descomponen sobre la fachada para que puedan ser lavados por la lluvia.

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Ventanas balcón. Los edificios en el futuro contarán con ventas desplegables que se podrán convertir en un balcón con piso de vidrio en un minuto.
Otro accesorio aplicado a la torre de los genios de Arconic es la ventana motorizada Bloomframe que se convierte en un balcón con piso de vidrio en menos de un minuto.
Según los expertos, los nuevos materiales se combinarán con las nuevas técnicas de construcción lo que cambiará totalmente el paisaje de nuestras ciudades. Aún si no se cumple la eterna promesa de que los autos vuelen, La construcción con impresoras 3D cambiará todo. Don Larsen, líder del grupo de científicos de Arconic asegura que el futuro, las ciudades tendrán menos prismas rectos como los edificios actuales y más formas naturales.

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Auto volador. Los nuevos materiales más livianos y resistentes permitirán desarrollar autos que vuelen y estos cambiarán las formas de las ciudades.
“Una vez que estén disponible impresoras 3D para la construcción, no será necesario hacer una pared plana, cada cerramiento será una pieza artística en si misma”, señala con lógica cartesiana Thomas Frey, futurista fundador del Da Vinci Institute. “Vamos a ver un montón de formas y estructuras que no se van a parece a nada que tenemos hoy”, adelanta.
Ahora, todo esto no es un divertimento nada más. Arconic se está preparando para lo que nos muestras. La firma nació el año pasado cuando Alcoa, un gigante que tiene el 68% del mercado del aluminio en el mundo, vio que no podía hacer nada con la caída de los preciso debido a la oferta china. Entonces decidió apostar a la tecnología de punta y creó la nueva marca.
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La apuesta es tan fuerte que Klaus Kleinfeld, el Ceo de Alcoa, ya se pasó a Arconic. Para adelantarse al futuro, la firma madre está invirtiendo 60 millones de dólares en el desarrollo de metales en polvo que puedan ser usados en la impresión 3D. Kleinfeld es otro de los que cree que el futuro tendrá formas naturales: “Los edificios no tendrán la forma de algo creado por el hombre, serán más orgánicos, con las formas orgánicas ya que será más rápidas de construir gracias a los drones y los robots”.

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Exploración. Nuevos vehículos basados en la tecnología aeronáutica y el desarrollo de aleaciones especiales y la producción mediante impresoras 3D permitirán recorrer la superficie de otros planetas.
Para el neurocientífico y escritor Adrian Hon, la arquitectura del futuro tendrá mayor interacción con las plantas: “Podremos incorporarlas a los edificios en sí mismos”. Ya existe toda una tendencia en ese sentido. El arquitecto parisino Vincent Callebaut, por caso, está terminando este año la torre Tao Zhu Yin Yuan (El Retiro de Tao Zhu) en Taipei, capital de Taiwan. La torre es una hélice retorcida cubierta con 23 mil árboles y arbustos. Callebaut afirma que absorberá 130 toneladas de dióxido de carbono (CO2) cada año, el equivalente a la contaminación que producen 27 autos. Taiwán generó más de 250 millones de toneladas de CO2 en 2014. El edificio será apenas un pequeño paso contra el calentamiento global, pero un gran paso para la botánica.

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