Dictarán en Tigre la primera sanción de arresto por la agresión a una docente
Se aplicará la pena incorporada el año pasado al Código de Faltas provincial, de hasta 30 días de arresto, en el caso de la mujer que le pegó a la maestra de primer grado de su hijo, el viernes pasado
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Valeria Musse
MARTES 23 DE MAYO DE 2017
El violento ataque de una mujer a la maestra de su hijo de 6 años, ocurrido el viernes pasado en una escuela de Tigre, será el primero que recibirá una sanción por el nuevo Código de Faltas bonaerense, que prevé penas de arresto de hasta 60 días para quienes agredan a docentes u otros trabajadores de la educación.
Ayer a la mañana, la comunidad educativa de la Escuela N° 46 de El Talar hizo un abrazo simbólico para apoyar a Vanesa Segovia, la maestra de primer grado a la que Eliana Cecilia Romero, de 34 años, increpó y le pegó un cachetazo dentro del establecimiento educativo, ofuscada porque la habían llamado insistentemente por teléfono para que fuera a buscar al chico al término del día de clases y porque no les habían permitido llevárselo a dos adolescentes a los que mandó mientras ella "tomaba mate".
La filmación del inconcebible ataque, repleto de violencia y de improperios de todo tipo, se viralizó rápidamente por las redes sociales. Y el repudio fue generalizado. Aunque Romero, que anteayer estuvo demorada en la comisaría de El Talar -primera aprehensión por aplicación del artículo 74 bis de la ley 14.898, que introdujo al Código Contravencional las sanciones por agresiones a los docentes-, dijo sentirse "arrepentida" de lo que hizo y adelantó que irá a la escuela a pedir disculpas, su víctima tiene miedo y afirmó que no se siente en condiciones de volver a dar clases.
"La denuncia por este hecho es la primera causa en el marco de la ley provincial N° 14.898, que vino a llenar un vacío en este tipo de situaciones que no son consideradas delitos", resaltó a LA NACION el ministro de Educación bonaerense, Alejandro Finocchiaro. "De hecho, y mientras esperamos la sanción de la Justicia, ya podemos decir que se aplicó el nuevo régimen. La agresora permaneció 14 horas demorada bajo esta nueva figura. No es poco. Ya estamos alertando a los padres de que no es gratis agredir a un docente."
El artículo 74 bis establece que será sancionado con multa [entre 6000 y 15.000 pesos] y arresto de 5 a 30 días quien hostigue, maltrate, tire objetos y realice cualquier otro acto que perturbe a un docente. Si el hecho fuese cometido delante de los alumnos, el agresor podría recibir hasta 60 días de arresto.
Ayer, el intendente de Tigre, Julio Zamora, radicó una denuncia contra Romero ante el Juzgado de Faltas. "No es posible que se den estos hechos de violencia", dijo el jefe comunal a LA NACION. La maestra se presentó en la comisaría 5» de El Talar, primero, y luego hizo la denuncia ante el fiscal Santiago Jaime Munilla por agresión y amenazas.
Finocchiaro dijo: "En las escuelas muchas veces ocurren agresiones de este tipo que no llegan a ser delito, como un padre que patea una puerta. Eso no puede pasar. Antes, como no llegaban a ser delitos, eran cosas que no se sancionaban".
Actualmente hay al menos dos proyectos en la Cámara de Diputados de la Nación que buscan agravar las penas por lesiones cuando las víctimas sean docentes.
Curioso descargo
Ayer se supo que Eliana Romero tenía antecedentes penales. Estuvo presa al menos cuatro años (desde 2008) como cómplice en un secuestro extorsivo. Por la tarde habló con un periodista de Telefé. Y dijo: "El viernes yo tenía que ir a buscar a mi hijo, pero como estoy embarazada y andaba con pérdidas, mandé a un sobrino a que vaya a buscar al nene. No se lo quisieron dar porque tenía que ir yo. Mandé a otro sobrino y tampoco se lo quisieron dar. Imaginate cómo me levanté de la cama. Cuando fui al colegio la maestra se me reía y me dijo: «¿Me estás tomando el pelo, vos?» Yo le dije: «No te estoy tomando el pelo, no me podía levantar porque estoy enferma», y me dijo: «¡Ay, para tomar mate tenés tiempo!» Ahí fue cuando..."
No describió lo que hizo entonces, pero concluyó: "Está bien, reconozco que hice mal. Estoy arrepentida. Pero los que están sufriendo las consecuencias son mis hijos y mi familia, y yo también, porque estoy con un embarazo. Todos opinan acá, como si nadie hubiese tenido sus cinco minutos... En su momento voy a pedir disculpas a la maestra por mi mal carácter, mi mal hablar. Hay cosas peores que se ven en este colegio. Tengo miedo de quedar presa porque mis hijos se van a quedar solos, los cuido yo sola. Están equivocados, no soy una negra de mierda, una villera... Tuve una vida de mierda, pero mi vida cambió y trato de ser una mejor madre".
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