En 118 años los niños nunca recibieron tanta agresión de los adultos como ahora


Los directores que gestionaron la institución durante las últimas décadas cuentan cómo fue cambiando, en sus aspectos positivos y negativos.

Hace 23 Hs 5 527
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LA HISTORIA EN PRIMERA PERSONA.Oscar Hilal, Rafael López, Graciela Lavado, Cristina García de Alabarse y Lorenzo Marcos hacen memoria. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO.-
A paso lento, apoyado en su bastón, avanza por el mismo pasillo que hace 27 años casi sobrevolaba corriendo. “¡Cómo ha cambiado este hospital!”, se maravilla. Se emociona. Y se alegra el doctor Rafael López. Le hubiera gustado haber tenido tantos consultorios, equipamiento y recursos humanos cuando fue director. Pero le tocó la época de inflación en el país, tras el regreso de la democracia. Aunque no todo era malo: “había más respeto por la figura del médico”, reconoce. A ningún padre se le hubiera ocurrido entonces asestarle una trompada al personal de guardia si no atendían rápido a su hijo. “El motivo de consulta eran las enfermedades comunes -dice-, no el abuso, ni la violencia ni las adicciones ni las enfermedades mentales como se ven ahora”.
El doctor López confronta sus recuerdos con la actualidad que le muestra la directora del Hospital del Niño Jesús, Cristina García de Alabarse, al celebrarse 118 años de la fundación. A la ronda se suman los ex directores Lorenzo Marcos, Graciela Lavado y Oscar Hilal. Con el relato de cada uno se va reconstruyendo la historia de los últimos años.
“Hoy tenemos chicos de siete años que ingresan con problemas de adicciones o de salud mental severos. La franja etaria de siete a 14 años está azotada por la violencia familiar, el maltrato infantil y el abuso”, lamenta García de Alabarse. El aumento de los casos de abuso y violencia contra los niños ha determinado un protocolo para actuar en forma conjunta con distintos ministerios, como los de Educación, Desarrollo Social, de Trabajo y de Salud. “Los médicos de guardia ya están habituados a recibir estos casos y la intolerancia de muchos padres. El maltrato se ha naturalizado, el padre esta como a la defensiva”, sostiene la médica.
“En cambio nosotros conocimos una época de mucho respeto al médico y a la profesión. Era una relación de armonía entre el médico y la familia. Ahora ya no es así”, se lamenta López. Ahora el padre necesita más explicaciones, pregunta más y a veces no se queda con la palabra del médico, sino que busca otras respuestas en internet e incluso en otros profesionales.
López camina por los pasillos y comenta que las galerías fueron transformadas en consultorios. “Ahora cada servicio tiene su espacio”, dice. También han aumentado las especialidades médicas.
Baja la mortalidad
El hospital pasó por varios ordenamientos internos. Lorenzo Marcos recuerda cuando la ex directora Nélida Cusa decidió separar a los pacientes por patología. “Antes estaban todos mezclados y morían como moscas. El que tenía bronquiolitis se contagiaba de diarrea y al revés. Eso terminó con el contagio cruzado. Además redujo el número de camas, de 350 a 200 y con ello redujo las infecciones intrahospitalarias”, contó. En 1980 llegó el pañal descartable lo que alivió la tarea del hospital. En el 94 entró el material descartable. Todo ello hizo bajar la mortalidad en la terapia intensiva. “De 25 a 30 chicos que se nos morían al mes hace 20 años pasamos a tres hoy. Es cierto que mejoraron la situación social y el hospital”, reconoce.
“Entre 2006 y 2007 comenzaron las obras de las dos torres del edificio (la idea se la copiamos a los catamarqueños)”, cuenta Marcos. “Pero ahora ya estamos sobrepasados en capacidad y necesitamos un nuevo hospital”, sostiene. Actualmente la institución tiene un promedio de atención anual de 10.000 altas y 250.000 consultas. La ocupación es del 75% y llega a colmarse en picos estacionarios.
Según la doctora Graciela Lavado, el gran cambio del hospital llega cuando la salud entra en la agenda de la gestión política. Dice que a partir del 2003 aumentan el equipamiento y la remodelación edilicia. “Cuando llegamos a la gestión estábamos en crisis. Tuvimos que volver a usar las viejas jeringas de vidrio con las agujas que hacíamos esterilizar, no había insumos ni pañales”. Así recuerda la crisis de 2001, con el aumento de chicos desnutridos.
“Hicimos las dos torres que son dos anexos, uno para la atención del paciente crítico, y el otro para pacientes ambulatorios. A partir de ahí estructuramos el hospital de otra manera. Organizamos la internación por cuidados progresivos: antes las salas de internación venían por patología, el concepto de ahora es que al paciente se lo atiende de acuerdo al cuidado que necesita. Desde los cuidados intensivos hasta la sala de internación abreviada, para externación rápida”. explica.
Hilal hace un racconto de cómo ha ido creciendo el hospital en infraestructura y recursos humanos y habla del futuro: “tenemos un gran movimiento porque el niño se interna con la mamá, o sea que tenemos 230 camas y 230 madres. El desafío es aumentar en servicios críticos, en trasplantes. Lo ideal es que se atienda menos pacientes en forma ambulatoria (para ello hay que reforzar la red de contención) y que el hospital siga creciendo en complejidad”. 
> Lo característico de cada época
Rafael López
1989 - 1991
“Sufrimos el problema de la inflación y la falta de insumos”                               “La inflación era tan grande que no podíamos comprar medicamentos. También había escasez. Las farmacias no nos querían proveer de medicamentos que después no iban a poder reponer. Muchas cosas conseguimos a través de la Nación y del hospital Militar”. El doctor López sigue trabajando por la salud a través de la Fundación Pro Niño.
 
lorenzo marcos
2000 - 2003
“Me tocó atender a muchos niños desnutridos”                               “Todavía vemos chicos desnutridos. La diferencia es que el hospital hoy tiene sus resortes para dar contención, como el departamento de servicio social y la red periférica también está trabajando bien para captar chicos en situación de riesgo. Es una problemática compleja con componentes culturales, de educación, sociales y políticos”.
 
Graciela Lavado
2003 - 2011
“Por primera vez la salud pasó a la agenda política”                               “Por primera vez la salud pública entra en la agenda de los gobernantes -estuve en dos períodos de Alperovich-. Se hicieron dos terapias intermedias y aumentaron las camas de cuidados intensivos. Se trajo el primer tomógrafo, se inauguró la sala de prematuros y un centro quirúrgico de alta complejidad para cirugías cardíacas y neurológicas”.
 
2011 - 2017
El hospital creció en infraestructura y recursos
 “Aumentaron los recursos humanos (médicos, enfermeras y personal administrativo) de 800 a 1.400 en 17 años. Se cambió el edilicio. Hay más camas en cuidados intensivos e intermedios. Se cuenta con una enfermera cada dos camas en sectores críticos (se cumplen normas internacionales) y una cada tres en el resto del hospital”.  
 
Cristina García
2017
Consulta e intercambio con hospitales de Buenos Aires 
“Se mantiene un contacto permanente con otros hospitales. Por ejemplo, se acaban de realizar cuatro  implantes cocleares en forma conjunta con profesionales del hospital Italiano. El laboratorio central del hospital es uno de los mejores del NOA. Cuenta con sectores de estimulación temprana para niños con discapacidad”.
Rafael López / 1989 - 1991
“Sufrimos el problema de la inflación y la falta de insumos”  
“La inflación era tan grande que no podíamos comprar medicamentos. También había escasez. Las farmacias no nos querían proveer de medicamentos que después no iban a poder reponer. Muchas cosas conseguimos a través de la Nación y del hospital Militar”. El doctor López sigue trabajando por la salud a través de la Fundación Pro Niño.
Lorenzo Marcos / 2000 - 2003
“Me tocó atender a muchos niños desnutridos”
"Todavía vemos chicos desnutridos. La diferencia es que el hospital hoy tiene sus resortes para dar contención, como el departamento de servicio social y la red periférica también está trabajando bien para captar chicos en situación de riesgo. Es una problemática compleja con componentes culturales, de educación, sociales y políticos”. 
Graciela Lavado / 2003 - 2011
“Por primera vez la salud pasó a la agenda política”
“Por primera vez la salud pública entra en la agenda de los gobernantes -estuve en dos períodos de Alperovich-. Se hicieron dos terapias intermedias y aumentaron las camas de cuidados intensivos. Se trajo el primer tomógrafo, se inauguró la sala de prematuros y un centro quirúrgico de alta complejidad para cirugías cardíacas y neurológicas”. 
Oscar Hilal / 2011 - 2017
El hospital creció en infraestructura y recursos
 “Aumentaron los recursos humanos (médicos, enfermeras y personal administrativo) de 800 a 1.400 en 17 años. Se cambió el edilicio. Hay más camas en cuidados intensivos e intermedios. Se cuenta con una enfermera cada dos camas en sectores críticos (se cumplen normas internacionales) y una cada tres en el resto del hospital”.  
Cristina García / 2017
Consulta e intercambio con hospitales de Buenos Aires 
“Se mantiene un contacto permanente con otros hospitales. Por ejemplo, se acaban de realizar cuatro  implantes cocleares en forma conjunta con profesionales del hospital Italiano. El laboratorio central del hospital es uno de los mejores del NOA. Cuenta con sectores de estimulación temprana para niños con discapacidad”.

La historia del hospital en la línea del tiempo
> 1899 / El 14 de mayo se funda el “Hospital del Niño Jesús”
Fue construido por la Sociedad de Beneficencia durante el gobierno de Próspero Mena. Un pabellón íntegro fue donado por Amelia L. de Terán en nombre de su marido, Brígido Terán. El hospital ocupaba la manzana de avenida Sarmiento, Santa Fe, Maipú y Junín, donde hoy funciona la Secretaría de Educación.
Llenó un gran vacío asistencial. En su primer año de existencia, el hospital atendió a 749 niños. Los médicos atendían de forma gratuita.
> 1906 / Trasladan el hospital a su actual ubicación 
En ese año se compra el terreno de 143 x 71 metros ubicado en Rondeau, Chacabuco y Ayacucho, al sur de la plaza San Martín.
Enfermedades de la época. Las enfermedades frecuentes eran de orden respiratorio (bronquitis simple, bronconeumonía, neumonía). Le seguían las relacionadas con el aparato digestivo (por desnutrición, gastroinestinales), de la piel (sarna, impétigo) e  infecciosas (coqueluche, paludismo, conjuntivitis granulosa o “sarcoma”).
> 1959 / Se inaugura el nuevo edificio
El arquitecto Eduardo Sacriste es coautor del proyecto edilicio del hospital del Niño Jesús. La obra comienza en  1947 y termina en 1959.  Contaba el arquitecto Julio Middagh en una nota publicada en LA GACETA que cuando Sacriste y Caminos hicieron el edificio del hospital hubo una gran polémica porque se avanzó sobre el verde de la plaza San Martín. Pero luego se vio que estaba muy bien aprovechada.
Aumentaron las camas del hospital. La capacidad del hospital aumentó de 169 a 360. 
> 1980 / Aparecen las jeringas descartables
Hasta fines de los 70 había que hacer hervir las jeringas. A partir de que aparecen las descartables se evitan las infecciones por esa vía. Además surge el “butterfly”, lo que facilita muchísimo el trabajo del médico y favorece al paciente.
Momentos difíciles en el país. La crisis inflacionaria repercutió de manera dramática en el hospital público. Escaseaban los medicamentos y los insumos más básicos para la atención de los enfermos.
> 1990 / Aparecen Los pañales descartables 
Fue un alivio no sólo para el hospital sino para la sociedad toda. Hasta entonces había un tacho con kerosén y lavandina en cada sala donde las madres tiraban los pañales sucios. La lavandería no daba abasto.
Se recibe el primer respirador. La Fundación Pro Niño entrega el primer respirador artificial. Se logra el primer paciente con cien días en la asistencia respiratoria. Comienzan a llegar equipos con la apertura de la importación. 
> 2000 / Remodelación y equipamiento edilicio
En esta década comienza el crecimiento. Se pasa de 19 camas de cuidados intensivos e intermedios, a 47. En 2003 arranca la terapia intensiva nueva que crece de seis a 16 camas. Además, se crean una nueva terapia intermedia y una sala de recuperación de cirugía cardiovascular. Se abren nuevos servicios, se construyen más salas como la de hematooncología y de asistencia cardiovascular y se inauguran más consultorios, que llegan a 40. Se incorporan más especialidades médicas.
> 2017 / Más y mejor atención
El del Niño Jesús es un hospital de primer nivel y el más importante del NOA. Brinda atención integral a niños y adolescentes con patologías agudas y crónicas, de 0 a 14 años. Cuenta con 12 salas, 230 camas de internación, 40 camas de áreas críticas y cinco quirófanos, uno de ellos de 24 horas para emergencias.
Pacientes delicados. Hay habitaciones para inmunodeprimidos y recuperación de pacientes con patologias oncohematológicas. 

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