Modafinilo: un fármaco polémico que ya es un hábito entre estudiantes
El uso de drogas para mantenerse despierto es una constante en el ambiente universitario
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Mercedes Uranga
SÁBADO 17 DE SEPTIEMBRE DE 2016
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Cuando Damián Enrico, de 30 años, estudiaba Ingeniería en Sistemas en la Universidad Tecnológica Nacional, no solía dedicarle demasiado tiempo a sus exámenes. Le salían fácil. Pero ahora, que debe preparar el exámen de matemática GMAT (Graduate Management Admission Test) para poder aplicar a universidades como Harvard, en los Estados Unidos, y hacer un MBA, hubiera preferido estudiar más en la carrera para estar mejor preparado y no tener que preocuparse por sacarse en estas instancias un puntaje alto en el GMAT. Prepararlo no es tarea fácil para nadie. Y Damián, que hizo su carrera "de taquito", se encuentra en la disyuntiva porque, además, confiesa que "odia" sentarse a estudiar muchas horas. Aquí es donde aparecen los riesgos...
"Lo que más me cuesta es mantenerme por un largo tiempo estudiando", dice. Por eso, optó por sentarse a estudiar a fuerza de psicofármacos. "Estuve tomando Modafinilo, Piracetam, Aniracetam y Colina, todo junto. Eso me permitió estudiar mucho sin cansarme", dice a la nacion con naturalidad.
Explica que algunas pastillas las consiguió por Amazon, otras, por una página web norteamericana y las trajo cuando viajó a ese país. "El Piracetam lo conseguís sin problema, pero Modafinilo no te venden fácil; lo conseguí con una muestra gratis. Es que un examen como éste de cuatro horas te mata. La verdad es que no noté un incremento en la velocidad de respuesta, pero quizá si las tomara con mayor constancia podría notarlo", dice. Aunque Damián ya rindió el GMAT, planea rendirlo una o dos veces más porque la nota que otuvo en su primer intento no lo convenció. "Lo voy a rendir de nuevo. La nota no está mal, pero si quiero aplicar a esas universidades necesito una calificación mejor. En promedio se suele rendir unas tres veces", dice.
Si bien en los Estados Unidos el consumo de psicofármacos como el Adderall -ritalina- es cada vez más habitual entre estudiantes de carreras de grado, en la Argentina, es un tema tabú. Históricamente existieron en el ambiente universitario sustancias que supuestamente mejoraban el rendimiento o ayudaban a mantenerse despierto durante largos periodos. Pero ahora existen nombres de psicofármacos que se repiten entre los estudiantes. Los especialistas, obviamente, advierten del consumo y abuso de estas drogas.
El medicamento más común en el ambiente universitario es el Modafinilo, una pastilla indicada para combatir la narcolepsia (trastorno neurológico que provoca somnolencia en exceso).
Una larga historia
Según el psiquiatra Francisco Appiani, esta droga cuenta con más de 20 años en el mercado. "Es un estimulante que posee un efecto farmacológico similar al metilfenidato y las anfetaminas, aunque la estructura molecular no se relaciona con éstos", dice. El especialista explicó que el psicofármaco fue muy utilizado por los soldados norteamericanos en las guerras de Irak y Afganistán para disminuir el cansancio, mejorar la atención y aumentar la concentración.
"En nuestro país tiene la desventaja de que puede comprarse con receta simple, cosa que no es posible con otros estimulantes. Además, existe la falsa creencia de que no es nocivo, pero puedo asegurar personalmente que existen casos de adicción severos", sostiene Appiani. "Al igual que otros estimulantes, el Modafinilo puede producir o empeorar casos de psicosis. He llegado a ver situaciones de abstinencia con síntomas similares a la depresión. También puede generar insomnio", detalló.
Las drogas que menciona Damián, aparte del Modafinilo, son publicitadas en el mercado negro del ambiente universitario como smarts drugs (nootrópicos) que no traerían efectos de largo plazo ni provocaría adicción. Incluso estas pastillas suelen ofrecerse comercialmente en las redes sociales con nombres como "la pastilla de la inteligencia" y conceptos similares.
Sin embargo, ningún estudio serio avala esta denominación de nootrópicos. El Piracetam y el Aniracetam no están aprobados por la Food and Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos, que regula y aprueba medicamentos.
"Aquí se comercializan como estimulantes cognitivos, especialmente para personas mayores con o sin demencia, a pesar de que no fueron aprobadas por la FDA para este cuadro. El Aniracetam se sigue comercializando como Pergamid y el Piracetam como Noostan. No están exentos de efectos adversos aunque no son tan frecuentes y graves como cuando se utiliza el Modafinilo", explicó Appiani.
Quizás por eso, Virginia, estudiante de medicina de 29 años, se define como una consumidora responsable y consciente de este tipo de psicofármacos. "Sé que si tomas Modafinilo simplemente porque vas a tener un día pesado podés caer en el abuso", dice. Admite que comenzó a utilizar la pastilla cuando retomó la carrera después de tres años de receso. En ese momento había arrancado con un counseling en forma paralela.
"Mi primera experiencia con la pastilla no fue buena. Me dejó agotada, irritable, y en el bendito examen para el que me había preparado me fue mal. Fue como si me hubiera dado un adelanto de energía que ahora debía recuperar. Sentía mucho cansancio mental", recuerda. Virginia consiguió la caja de Modafinilo en una farmacia que vendía el medicamento libremente. "Era cuestión de ir a pedirlo y que te digan «¿El blister de 10 o de 20?» Así de simple", dijo.
Un tiempo después, un compañero le explicó cómo debía administrar la pastilla para que diera el resultado deseado y los efectos adversos desaparecieron. Actualmente admite consumirla antes de rendir un examen o cuando sabe que estará todo el día estudiando.
A pesar de este uso extendido de este tipo de drogas, los especialistas insisten en los peligros que conllevan y dudan sobre sus beneficios.
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